Y es que la semana que llevan los blaugranas en los medios de comunicación, es impropia de un equipo que supuestamente está tranquilo desde la primera plaza. Los nervios han saltado a la palestra y la incomodidad llega de varios frentes, con lo que se refleja la problemática que estaba intentando esconder un Guardiola incapaz de mantener la calma en sus estrellas, que reclaman atención.
Tan sólo un día después de empatar en el Ruiz de Lopera, Samuel Etoo puso la primera piedra en el camino errante que llevan los culés esta semana de febrero. El camerunés dijo que “sólo trabaja en Barcelona” y que su futuro “está ya pensado” aunque no puede decirlo. Una nueva ‘rajada’ del africano, consciente de que sus días en el Camp Nou está llegando a su fin. Lo peor de todo no es una nueva salida de tono, sino que Laporta lo ve natural puesto que es su forma de ser. Un nuevo reflejo de consentimiento.
Pero no todo termina en las excentricidades del punta azulgrana, ya que esa nueva polémica ha encendido la batalla de egos en el vestuario y varios han sido los que recriminan en silencio (o no tanto), esa actitud. El primero en hacerlo ha sido Touré que, a través de su representante, ha querido dejar claro que la rebeldía de Etoo responde a una estrategia para buscar una nueva renovación al alta de su contrato. Curioso que lo diga un jugador que ya dejó claro que la Premier le gusta y que puede terminar allí.
Los africanos han sido protagonistas de la semana, pero no los únicos, porque Márquez, al que quieren retirar la capitanía en su selección tras sus penosas actuaciones, también se unió a la ‘guerra’. El azteca, estratega o no, deja claro que “no todo el mundo se termina en Barcelona” y que en caso de no renovar, tendría opciones en otros equipos de primer nivel. Quien no corre, vuela…
Si tenemos en cuenta que ahora Etoo ha sido relacionado con el Milan (no existe mejor equipo para realzar su caché), que el propio Laporta quiso prácticamente robar más de 4 millones de euros para su bufete de abogados a costa del Mallorca y que Iniesta se ha lesionado para dos semanas este jueves, la órbita culé ha entrado en esquizofrenia. ¿Qué será lo próximo?
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