Según han informado testigos presenciales, Iván se lanzó al suelo para bloquear un balón y un compañero le golpeó involuntariamente en la cabeza, lo que propició el desvanecimiento del guardameta, que se asfixiaba con su lengua y empezó a convulsionar. La rápida asistencia de los servicios médicos del Sevilla evitó que la cosa fuera a mayores, pues reanimaron al jugador, de 18 años, que ya consciente fue trasladado en ambulancia a un centro hospitalario.
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