El pasado sábado, ante el Espanyol, un mal despeje suyo acabó en gol (el 0-2 de Iván de la Peña). Su propia afición le silbó en el siguiente balón que tocó. Valdés lo lleva con resignación: "No es la primera ni será la última vez que me han silbado en el Camp Nou. Ya te lo esperas después de una jugada de este tipo". Ante el Olympique, midió mal la salida en una falta lateral botada por Juninho Pernambucano que acabó con el tanto del conjunto francés. "Fue una jugada a balón parado en la que ellos tienen una jugador que aprovecha muy bien ese tipo de lanzamientos. Sabíamos que normalmente remataban al primer palo, pero me sorprendió al enviarla directamente al segundo", argumentó.
Aunque subrayó que las críticas le dan "exactamente igual", porque lo que de verdad importa es "el apoyo del cuerpo técnico y sentirse arropado por los compañeros en el vestuario", al meta azulgrana se le escapó que no se encuentra en un buen momento anímico cuando se le preguntó por la derrota de ayer del Real Madrid ante el Liverpool (0-1). "Estos días no estaba ni para ver la tele. Lo mejor que podía hacer era aislarme del tema del fútbol y ni lo vi. Me he enterado el resultado hoy", admitió.
Valdes se molestó con algunas preguntas de los periodistas
En cualquier caso, Valdés quiso recordar que el sistema que utiliza Pep Guardiola "tiene unos riesgos" que el portero "ha de asumir desde el primer día". "Yo creo que se ha de valorar el trabajo en general, no una jugada puntual. ¿Si estoy contento de mis actuaciones durante la temporada? Si se repasa un poco todo no vamos tan mal, ¿eh?", señaló con ironía. El meta de L'Hospitalet, bastante molesto con algunas preguntas que le formularon los periodistas, no quiso entrar a valorar si las críticas a sus últimas actuaciones son justas o no, pero tiene claro que no le condicionarán. "Hay que respetarlas, pero no cambiarán mi manera de jugar ni de ser".
El peor momento de Valdés en toda la temporada coincide con un pequeño bache deportivo del equipo y también con la incertidumbre sobre su futuro, pues su renovación sigue encallada y podría quedar aparcada hasta final de temporada. "Del club hace tiempo que no sé nada. Soy un profesional y lo único que sé es que tengo contrato hasta 2010 y que también toca valorar mi futuro. El club ya sabe lo que tiene que hacer", ha sentenciado un enigmático Víctor Valdés.
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