Al menos es la delantera que recomienda un aficionado del Milán al consejero delegado de la sociedad rojinegra, Adriano Galliani, cuya advertencia de que, debido a la crisis económica, el mercado de fichajes veraniego será "pobrísimo" cayó el miércoles como una bomba entre la hinchada milanista. El impacto fue tan grande que el Milán tuvo que precisar que Galliani hablaba de la situación italiana en general y no en particular de la del club más laureado de Italia, propiedad del primer ministro Silvio Berlusconi.
Los medios recibieron una oleada de correos de hinchas rojinegros muy enfadados con lo que preveían un doble enfoque de Galliani para el próximo mercado: ceder a Kaka, su joya más preciada, y hacer pocos fichajes y no de grandes estrellas. "Kaka no está en venta. Nuestro hinchas tienen que estar tranquilos", dice hoy Galliani en una entrevista que publica "La Gazzetta dello sport". Muchos "tifossi" aprovecharon la ocasión para criticar los últimos fichajes, entre ellos el de Ronaldinho, por su escasa aportación al equipo, eliminado de la Copa de la UEFA y de la Copa Italia y a 12 puntos de distancia del líder del "calcio", el Inter, su rival histórico. También se levantaron voces contra una realidad que impera en casi todos los grandes equipos europeos: la escasa atención a la cantera y a las jóvenes promesas.
Un internauta ofrece en su correo enviado a "La Gazzetta" un análisis que tal vez dé en el clavo: "El problema es que si tienes en tus filas a Ronaldinho y a Beckham, te pagan sumas millonarias por amistosos en Dubai, China y Japón, mientras si tienes a Antonini y Di Gennaro no quieren ni ver el partido por televisión". Otro aconseja a Galliani que siga los partidos de las ligas extranjeras y de esta forma se enteraría de que en el Athletic de Bilbao "hay un delantero joven, de 23 años, que va muy bien de cabeza y maneja muy bien el balón y que no vale más de 10 millones". "Id y compradlo", añade el "tifosso", convencido de que con Llorente, Kaka y Alexandre Pato, el Milán tendría una delantera de lujo.
Aunque el Milán precisó después las declaraciones, el caso es que Galliani puso el dedo en la llaga. Los grandes equipos, dijo, deben grandes cantidades a sus accionistas, que a su vez han sufrido "graves pérdidas" en su actividad empresarial y, por lo tanto, "no harán las inversiones de otros años". Galliani seguía la línea marcada por el presidente de la UEFA, Michel Platini, quien advirtió de la "locura actual" de inversiones en futbolistas y entrenadores que pueden llevar a un club a la ruina "a la mínima contrariedad".
El problema es que los hinchas sólo quieren que su equipo gane y obtenga títulos, sobre todo cuando el Milán se presenta en su página web como "el club más laureado del mundo" y cuando los aficionados leen a diario en los medios deportivos el baile de millonarios fichajes que se mueven por otras ligas. Que si Cristiano Ronaldo al Real Madrid (por 100 millones de euros), que si David Villa al Barcelona, que si Dani Alves al Chelsea, noticias mezcladas con rumores que incentivan el entusiasmo de las respectivas hinchadas, a las que poco, o nada, interesa la situación económica del club.
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