Rinaldi, en declaraciones a la televisión brasileña SporTV, aseguró que el Inter no impuso ninguna condición a la salida de Adriano y tampoco exigió ningún tipo de multa pese a la decisión del atacante de permanecer en Río de Janeiro tras su última convocatoria para la selección brasileña y de negarse a regresar a Italia.
"Existía una multa de 200 millones de euros por la rescisión, pero conversé con los dirigentes del Inter y llegamos a un acuerdo. Nadie pagará nada. Adriano está libre para negociar con cualquier club, incluso hasta de Italia", afirmó el ex portero.
"Él piensa en jugar en Europa, pero creo que no en Italia. Hubo un desgaste muy grande allá, incluso con la prensa. Fueron ocho años en el Inter de Milán", agregó.
Según su representante, el jugador, que en Italia era conocido como el "Emperador" y anotó 74 goles con el Inter, está haciendo ejercicios por cuenta propia en Río de Janeiro para mantener la forma tras haberse recuperado de una lesión en un tobillo.
Mediante el acuerdo firmado hoy, Adriano dejó de ser jugador del Inter de Milán, club al que llegó por primera vez en 2001 y con el que tenía contrato hasta junio de 2010.
La rescisión fue acordada de forma consensuada y a partir del 1 de abril de 2009, ya que el jugador renunció a cualquier tipo de remuneración por los días en que permaneció en Brasil.
El pasado 9 de abril el futbolista anunció en Río de Janeiro su intención de dejar de jugar varios meses y de repensar su carrera deportiva, con el argumento de que no era feliz en Italia y había perdido la alegría de jugar.
El atacante llegó a ser objeto de varias especulaciones en la prensa carioca durante los primeros días en que permaneció en Río de Janeiro, ya que, en lugar de regresar a Italia, prefirió ir a casa de familiares y amigos en la favela en la que nació, que es controlada por una banda de narcotraficantes.
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