El punta del Palmeiras, que salió de la cantera del modesto Coritiba, llegó esta año al equipo de Wanderlei Luxemburgo tras marcar nada menos que 21 goles en su última campaña, lo que le sirvió para ganarse adeptos y aupar su estatus recalando en uno de los ‘gigantes’ del país.
El delantero de moda en Brasil, deseado por media Europa, con sólo 20 años y que la propaganda azulgrana situó ya como fichado durante la pasada semana, parecía un refuerzo de lujo para acompañar a la delantera de Guardiola de cara a la próxima temporada. Se habló de un acuerdo cerrado con un monto total de 15 millones de euros con la empresa propietaria de sus derechos, MSI pero todo lo que parecía un acierto, pasó a ser un auténtico polvorín de mentiras y falsedades.
Esta semana se ha consumado tan despreciable intento de frenar a la competencia (Keirrison maneja ofertas de equipos como Liverpool, Lyon, Bayern, Fiorentina…) con una noticia que deja ‘en paños menores’ a Txiki Begiristain y sus viajes eternos a Brasil en busca de acuerdos como el que nos concierne. No sólo no existe trato, sino que ni tan siquiera se manejaban intenciones firmes de poder concretar el traspaso porque el crack carioca, que suma ya 19 goles en 21 partidos disputados esta campaña, seguirá en el Palmeiras.
Su juventud, las ganas de cerrar un traspaso de grandes esperanzas de éxito y la presión de sus directivos, le han bastado para frenar cualquier intención de emigrar y renovar su contrato con el Palmeiras. Keirrison rompe con el Barcelona, deja en evidencia a la secretaría técnica del club azulgrana y, sobre todo, desmiente cualquier noticia que la prensa catalana hubiera vertido sobre el asunto. Un reflejo más, este muy claro, de la facilidad de palabrería que manejan desde el entorno culé. Un ‘crack’ se os escapa, ¿lo publicarán ahora?
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