El Barcelona llora tras ningunear al Madrid

Las lesiones de Iniesta y Henry, detonante de los lamentos blaugranas





La suerte ha acompañado a Guardiola durante toda la campaña. Apenas una lesión de Iniesta de tres semanas ha sido todo el percance que ha sufrido a lo largo de la temporada. Pero el arrogante técnico azulgrana ha estirado demasiado a sus jugadores hasta lesionar a Henry (a este por viejo) y a Iniesta, al que ha sometido a una exagerada carga de minutos en los últimos meses.

Su hambre y ambición con la Liga prácticamente en la mano, le llevó a poner desde el inicio a su mejor ataque ante el Villarreal. Y lo pagó con la lesión de un Iniesta que no jugará ante el Athletic la final de la Copa.

En Barcelona han minimizado las permanentes lesiones que han atenazada al Real Madrid a lo largo de toda la temporada. Perdió a su referencia ofensiva a las primeras de cambio, Van Nistelrooy. Después a su jugador eje en el centro del campo, Diarra y más tarde a un jugador que estaba creciendo y llamaba a la titularidad sin discusión, De la Red. Tres jugadores que habrían dado estabilidad al juego del equipo, pero que desaparecieron de un plumazo.

A éstos hay que sumar los constantes percances de Robben, que se ha lesionado de forma permanente; de Guti, que desde diciembre no levanta cabeza, además de los constantes goteos de otros futbolistas. Demasiado en contra para mantener el pulso con un rival al que han respetado las lesiones, pero que ahora llora dos simples bajas cuando les llega el momento de la verdad de la temporada.