Guardiola, hasta las narices de Laporta

El técnico no le traga





Y es que pese a los títulos obtenidos, la afición del Barcelona no soporta a Laporta. Nadie olvida que una moción de censura debió dar con los huesos del presidente catalán fuera del club. Sin embargo, Laporta se salvó por los pelos, y ahora quiere pasar factura a sus aficionados. Pese a ello, los socios no son tan tontos como Laporta piensa. Sin ir más lejos, cuando Etoo mencionó el nombre de Laporta en la celebración por la Champions, una atronadora pitada apareció en el Campo Nuevo. No quieren a su presidente. Están convencidos de que el equipo ha logrado éxitos pese a Laporta.

El afán de protagonismo del presidente le llevó a ponerse como un auténtico fanático en el palco de autoridades de la final de la Copa de Europa. Sabedor de que se perdería la foto de familia en el césped junto al título y los jugadores, tuvo que achuchar a los suyos mientras pasaban a recoger sus medallas. Desproporcionado fue el abrazo que le dio a Guardiola, al que sólo le faltó quitárselo de encima como si de un aficionado en busca de un autógrafo se tratara. Una buena muestra del divorcio que, para Guardiola, representa su relación con Laporta. Fría, distante…e inexistente.