Italia sufrió como nunca y ganó como siempre

AMISTOSO: ITALIA 4-3 NUEVA ZELANDA





Los de Marcelo Lippi demostraron mucha pegada y mucha calma, ya que sólo se pusieron por delante al final del partido, tras empatar las tres veces que los neozelandeses se pusieron por delante.

Por su parte, los neozelandeses demostraron ser un equipo limitado y cándido, pero recio, muy disciplinado y con un arma peligrosa, el juego aéreo de sus delanteros. Eso sí, el combinado austral no dio muestras de tener demasiados argumentos futbolísticos.

La selección transalpina ganó, pero sufrió mucho por sus problemas en defensa, huérfana de los grandes nombres como Cannavaro o Nesta, que en su día hicieron de Italia sinónimo de una zaga inexpugnable. El seleccionador italiano, Lippi, diseñó sobre el césped de Pretoria un once bastante diferente de la alineación titular habitual, tal y como hizo en el amistoso contra Irlanda del Norte del pasado sábado en el que los suyos ganaron por 3-0.

Ficha técnica

4 - Italia: Amelia; Santon (Zambrotta, m.65), Legrottaglie, Gamberini; Dossena, Gattuso (Montolivo, m.60), Palombo, Pepe (Camoranessi, m.60); Rossi (Pirlo, m.46), Quagliarella (Iaquinta, m.60) y Gilardino (Toni, m.60).

3- Nueva Zelanda:
Moss; Mulligan, Vicelich, Boyens, Lochead, Brockie (Barron, m.74), Brown, Elliot, Bertos, Smeltz y Killen.

Goles: 0-1. Min.13: Smeltz. 1-1. Min.33: Gilardino. 1-2. Min.41: Killen. 2-2. Min.47: Gilardino. 2-3. Min.56: Killen, de penalti. 3-3. Min.67: Iaquinta. 3-4. Min.71: Iaquinta.

Árbitro: Benett (SUD). Mostró tarjeta amarilla a Boyens (m.25), Brown (m.30).

Incidencias: Partido internacional amistoso, disputado en el estadio de Pretoria.

Sin embargo, el experimento no le dio buen resultado hoy, sobre todo por los problemas defensivos. Smeltz adelantó al conjunto austral de cabeza, ante la inoperancia de la defensa italiana, en un envío desde el centro del campo que no parecía revestir peligro.

Los de Lippi consiguieron empatar en una bonita jugada en la que el balón cruzó el campo rápidamente, con un templado centro de Quagliarella, uno de los italianos más activos, embocado por Gilardino.

Italia dominaba el partido, tenía el balón e incluso creaba oportunidades, pero su debilidad en los balones por alto dejó a los neozelandeses por delante cuando vencieron los primeros 45 minutos del partido, tras el gol de Killen al filo del descanso. Nada más iniciarse la segunda parte, se repitió la historia.

Quagliarella recibió en el borde izquierdo del área rival, se dio la vuelta y asistió con un centro medido a Gilardino, que puso el empate en el marcador con un testarazo muy ajustado al poste.

Los neozelandeses se empeñaron en sacar los colores a la zaga italiana, y sin grandes alardes, provocaron un penalti causado más por el desbarajuste defensivo que por acierto de los arietes kiwis. Killen, el autor del segundo gol, se encargó de transformar la pena máxima y volvió a adelantar a los suyos por 2-3.

Había pasado ya una hora de partido y entonces Lippi decidió sacar a pasear a los grandes nombres de la selección, los Toni, Camoranessi, Iaquinta y Zambrotta.

En pocos minutos Pirlo convirtió un rechace en el centro del campo en un pase medido para Iaquinta, que salió como una exhalación a la carrera y remachó el gol con un tiro cruzado. Con el empate a tres en el campo y Pirlo con la manija del partido el resto del partido fue un monólogo italiano, certificado por otro gol de Iaquinta en un rechace, que dejó el 4-3 final en el marcador.