Kaká ya es campeón de la CONFE CUP

Los brasileños consiguen su tercera corona tras remontar un 2-0 en contra. USA soñó con la sorpresa pero en la segunda mitad se vino abajo.





El fútbol de contragolpe de este equipo creó muchos problemas a los brasileños, sobre todo en el primer periodo, pero Brasil creyó en sus posibilidades y encontró premio al esfuerzo que realizó tras el descanso y que les permitió lograr una victoria merecida.

Los dos goles logrados por Estados Unidos en la primera parte, con un fútbol muy similar al que desarrollaron ante España, hicieron pensar en la sorpresa y en que Estados Unidos iba a coronarse en esta Copa, pero Brasil recuperó el nivel de juego de sus mejores momentos y se hizo con el trofeo al dejar sin opciones a su oponente.

La selección de Brasil ya llevó la iniciativa en el juego durante toda la primera parte y dispuso de algunas ocasiones de gol bastante claras, pero el fútbol al contragolpe de los estadounidenses los dejó sin ideas.

Estados Unidos, muy organizada en defensa, con un centro del campo que realizaba la transición con rapidez y con mucha velocidad en ataque, supo aprovechar las pocas ocasiones de que dispuso para marcharse al descanso con dos sorprendentes goles de ventaja.

En la primera aproximación del equipo norteamericano a la portería de Julio César, un pase de Spector fue rematado por Dempsey con el gemelo, pero el balón entró un supuso el 1-0.

Mediado este primer periodo, un excepcional contragolpe entre Davies y Donovan fue resuelto con mucha calidad por el cerebro del equipo de Estados Unidos, que puso el 2-0 en el tanteador.

El cuarto de hora final del primer periodo fue de un dominio todavía más insistente de Brasil, que tuvo su mejor opción en un lanzamiento de Andre Santos que neutralizó un muy inspirado Howard.

Llegaron algunas otras ocasiones para Brasil antes del descanso, pero sin que se moviera el marcador y con las expectativas de victoria intactas para el conjunto de Estados Unidos.

La primera mitad había acabado de la mejor manera posible para el conjunto estadounidense. La segunda lo hizo como querían los brasileños, ya que a los cuarenta segundos de juego, Luis Fabiano marcó para su equipo.

El partido cobró una gran intensidad tras ese gol, pues los brasileños empezaron a creer en la remontada ante un rival que se mantenía muy sólido en defensa, pero que no tenía la misma salida que en el primer periodo.

2 - Estados Unidos: Howard, Spector, DeMerit, Onyewu, Bocanegra, Feilhaber (Bornstein, m.74), Clark (Casey, m.88), Dempsey, Donovan, Altidore (Kljestean, m.74) y Davies.

3 - Brasil: Julio César, Maicon, Lucio, Luisao, Andre Santos (Dani Alves, m.66), Gilberto Silva, Felipe Melo, Ramires (Elano, m.66), Robinho, Kaká y Luis Fabiano.

Goles: 1-0, m.10: Dempsey. 2-0, m.27: Donovan. 2-1, m.46: Luis Fabiano. 2-2, m.73: Luis Fabiano. 2-3,m. 84: Lucio.

Árbitro: Martin Hansson (SUE). Amonestó por Estados Unidos a Bocanegra y por Brasil a Felipe Melo, Lucio y Andre Santos.

Incidencias: partido disputado en el estadio Ellis Park de Johannesburgo ante 52.000 espectadores. Terreno de juego en regulares condiciones. En los prolegómenos del partido leyó un comunicado el hijo de Marc-Vivien Foé, jugador camerunés que falleció durante un partido de la Copa de las Confederaciones, disputado en Lyon, el año 2003.


Kaká remató de cabeza (m.61) un balón que pudo entrar en la portería de Howard, pero éste sacó la pelota, que dio en el larguero, antes de que la atrapara definitivamente. Los jugadores de Brasil reclamaron el gol.

Cuando cada vez era mayor el dominio de Brasil y más esporádicas las acciones ofensivas de Estados Unidos, el seleccionador brasileño, Dunga, optó por dar entrada a Dani Alves y Elano, lo que dio más poder ofensivo a su equipo.

El partido era cada vez más de ida y vuelta, aunque los ataques de Brasil eran más elaborados y los de Estados Unidos se basaban en salidas aisladas a la contra casi siempre con muy pocos efectivos.

En uno de esos ataques de los brasileños, una excelente penetración por la izquierda de Kaká, acabó con el tanto del empate, logrado de cabeza por Luis Fabiano y que puso a los estadounidenses contra las cuerdas.

A esas alturas del partido, los brasileños creían en la victoria, mientras que los estadounidenses, embotellados en su área, pensaban en la prórroga.

Fue entonces cuando, en un saque de esquina lanzado por Elano, un cabezazo de Lucio puso el 2-3 en el marcador. Quedaban seis minutos para la conclusión del partido.

A partir de ahí, Brasil manejó el encuentro y no pasó nada más. La victoria fue para el favorito, aunque con más sufrimiento del que estaba previsto en el guión.