Arango al Borussia

Está a punto de convertirse jugador del equipo alemán





En la formación inicial del Borussia podría haber jugadores de entre ocho y diez nacionalidades, incluyendo al centrocampista Thorben Marx, probablemente el único alemán en el equipo. La situación es curiosa si se piensa que la tradición del Gladbach es precisamente el cultivo de la propia cantera.

El director deportivo del Borussia, Max Eberl, sin embargo, asegura que el equipo está lejos de apartarse de esa filosofía. "Tenemos talentos prometedores y alemanes en nuestras filas. Pero se necesita un equipo fuerte para poder integrarlos", dijo Eberl en declaraciones que publica hoy la revista "Kicker".

Para Eberl, lo decisivo es que los extranjeros hablen y entiendan alemán y eso es algo que ya ocurre con la mayoría de ellos. El aprendizaje de alemán tendrá que ser sin duda una de las prioridades de Arango y del delantero argentino Raul Bobadila, otro nuevo fichaje del Gladbach.

El papel de Arango en el Gladbach puede ser clave en lo estrictamente deportivo pues tras la marcha de Marko Marin al Werder Bremen, uno de los mejores jugadores que ha producido la cantera del equipo en los últimos años, el club dirigido por Michael Frontzek está necesitado de alguien que mueva los hilos en el centro del campo.

El Borussia Mönchengladbach fue en otro tiempo uno de los grandes de Alemania en los años setenta cuando ganó en cinco ocasiones la Bundesliga y se convirtió en el rival por excelencia del Bayern de Múnich.

El equipo de los setenta, en el que habúia jugadores como Günter Netzer, Berti Vogts o Jupp Heynckes, sigue siendo hoy una de las leyendas del fútbol alemán pero el Gladbach actual tiene poco que ver con aquel equipo glorioso.

La temporada pasada la termino en el puesto quince, apenas suficiente para asegurar la permanencia, lo que refleja lo que ha sido la historia del club desde finales de los noventa cuando se convirtió en una especie de equipo ascensor, que oscila entre primera y segunda división.

La decadencia había empezado antes pero en los ochenta y en la primera mitad de los noventa al menos el Gladbach lograba mantenerse arriba de la mitad de tabla y clasificarse de cuando en cuando a las competiciones europeas y hasta le alcanzó para sumar a su palmarés una Copa de Alemania en 1995.

La depredación por parte de otros clubes, que aumentó después de la célebre sentencia Bossmann, ha sido sin duda uno de los factores que llevaron a que el Gladbach dejara de ser uno de los grandes de Alemania, pese a que ha seguido sacando jugadores importantes de su cantera.

Lothar Matthäus, Steffan Effenberg y Sebastian Deisler, por poner tres ejemplos notables, se iniciaron en el Gladbach y terminaron reforzando el Bayern de Münich. Casos más recientes han sido los de Marin y Marcell Jansen, este último actualmente en el Hamburgo