La candidatura inglesa para la Copa del Mundo de fútbol de 2018 ha negado la utilización del estadio olímpico de Londres para el 2012, aún por edificar, de cara al evento que desean organizar seis años después, y en el que también se hallan inmersos España y Portugal con la propuesta ibérica. La instalación de la capital anglosajona, que ostentará 80.000 localidades, y que costará más de 500 millones de libras, pasará a una capacidad de 25.000 plazas después de los Juegos de 2012, tamaño ideal para el atletismo, que se convertirá en el deporte por excelencia del nuevo coliseo londinense.
El mes pasado, el alcalde de Londres, Boris Johnson, dijo que sería "absurdo" no descartar el mantenimiento de los 80.000 asientos de capacidad del nuevo estadio, y que la mejor inversión sería "reducirlo" , en detrimento de la posible elección en uno de los 16 estadios de Inglaterra en la Copa del Mundo. "No hay presupuesto para el mantenimiento de un estadio para 80.000 personas entre 2012 y 2018. "Hemos sido muy claros en nuestros compromisos con el Comité Olímpico Internacional (COI) para que el nuevo estadio se utilice para los grandes eventos del atletismo", aseguró.
Asimismo, Tessa Jowel, encargada del concurso olímpico británico, denegó cualquier interés de los clubes de fútbol foráneos por adquirir los derechos del nuevo recinto. "No hay negociaciones en curso con cualquier equipo de la 'Premier League' ni existen planes para albergar la Copa del Mundo", concluyó.
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