Beckham disputaba el primer partido como local con su equipo desde que regresó al Galaxy tras su controvertido préstamo en el Milan durante la primera mitad de la temporada de la liga estadounidense.
El ex capitán de la selección de Inglaterra fue constantemente abucheado el domingo por muchos de los 27.000 fanáticos que colmaron la capacidad del estadio, y algunos mostraron carteles expresando su descontento.
Uno decía "go home fraud" (vete a casa, fraude), mientras que en otro se leía "Hey Becks, here before you, here after you, here despite you" (Hola Becks, aquí antes de tí, aquí después de tí, aquí pese a tí).
Beckham estaba visiblemente enojado por los constantes abucheos y tuvo que ser escoltado por personal de seguridad cuando los jugadores abandonaban la cancha en el entretiempo al dirigirse a una zona de plateas para enfrentarse con los fanáticos. En el segundo tiempo se incrementó la seguridad.
El mediocampista se las arregló para calmar parte de la hostilidad al participar en las jugadas de los dos goles de Galaxy, que finalmente empató 2-2 con el equipo italiano.
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