Fue un arranque de lujo para la jovencísima escuadra de Arsene Wenger en el comienzo de la Premier y, por contra, una pésima manera de iniciar el curso para el once de Liverpool.
El doloroso 6-1 en su propio estadio de Goodison Park que tuvo que encajar el Everton fue una contundente réplica de su adversario a los que vieron con escepticismo la marcha del Emirates este verano de dos de sus figuras: Kolo Touré y Emmanuel Adebayor, ambos al Manchester City. Lo cierto es que el Arsenal se pegó un festín goleador a costa de la formación de David Moyes.
Abrió el pistoletazo de salida el brasileño Neves Denilson, que inauguró el marcador para los "gunners" a los 26 minutos de juego. Continuó el baile para el once de Londres el defensa belga Thomas Vermaelen, el nuevo fichaje de verano del club inglés, procedente del Ajax; y continuó el francés William Gallas.
El Everton no veía la manera de meterse en el partido. Le tocó, ahora, el turno al capitán del Arsenal. El centrocampista catalán Cesc Fábregas aumentó la enorme ventaja de la formación del francés Arsene Wenger con dos tantos en 20 minutos.
Tras anotar su primer gol, en el 48, un tiro desde dentro del área pequeña a un pase del holandés Robin van Persie, el medio español alzó la vista al cielo y con la mano le dedicó ese tanto a Dani Jarque, el capitán del Espanyol que falleció la pasada semana. Cesc volvió a acordarse de su compañero después de firmar su segundo gol, desde fuera del área y asistido por su compatriota, el meta español, Manuel Almunia.
Esta vez, el internacional se dirigió hacia el banquillo del Arsenal, donde cogió una camiseta del club inglés con el número 21 y el nombre de Jarque para alzarla a continuación como tributo a su amigo.
Fueron dos momentos emotivos para Cesc, a quien Wenger sustituyó en el minuto 73 para dar paso al joven galés Aaron Ramsay. Hubo más miseria para el club anfitrión. Arremetió contra la meta local el croata-brasileño Eduardo Da Silva, a un centro del ruso Andrey Arshavin.
El francés Louis Saha se las arregló para darle al Everton un tanto de consolación, aprovechando un rechace de Almunia, que no impidió el humillante resultado con el que los "cañoneros" de Londres se sitúan en lo más alto de la clasificación general de la Premier.
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