"Lo importante es haber vuelto al campo. Llevo parado desde hace un mes y me entreno desde hace una semana. Mi condición física no es de las mejores y me falta ritmo, pero al menos he vuelto a jugar", comenta el futbolista, ex del Inter de Milán, en una entrevista que publica el diario deportivo italiano 'La Gazzetta dello Sport'.
Ibrahimovic saltó al campo este miércoles en la segunda parte del partido contra el Manchester City, que terminó perdiendo el Barcelona por un gol a cero y en que el sueco casi nunca encontró el modo de acoplarse con sus compañeros. A pesar del resultado, el delantero, fichaje estrella del Barcelona en el mercado futbolístico de verano, expresa su emoción por haber saltado al Camp Nou ante más de 94.000 espectadores en medio de esa atmósfera "fantástica". "Más que los números me ha impresionado la atmósfera. Se respiraba un aire fantástico. No estaba nervioso, sino muy emocionado y feliz. Aquí todos intentan hacerme sentir bien y digamos que esa noche ha sido una demostración de afecto general. Me cuesta pensar en algo mejor que me haya ocurrido", apunta.
Ibrahimovic busca ahora cambiar el chip del fútbol italiano al que deja sobre el campo el Barcelona y adaptarse a sus nuevos compañeros, entre ellos, el argentino Leo Messi, del que sólo tiene buenas palabras. "Cada vez que se cambia de equipo hace falta comenzar de cero, habituarse a otro estilo. Pero aquí me parece que esto es aún más necesario. En el Barcelona tienen un estilo muy preciso, una marca que los identifica. Para entrar en el mecanismo hacen falta entrenamientos y partidos que aún no he podido hacer y conocer a los compañeros dentro y fuera del campo", incide el sueco. Según Ibrahimovic, es un "placer" jugar con Messi porque "te facilita la vida" y "te pone el balón de tal manera que ya tienes hecho la mitad del trabajo". "Pero aquí en el Barça -apunta- todos, chicos y estrellas, quieren el balón, sin nunca esconderse, con naturaleza. Es un placer jugar así de fácil".
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