Alemania aprobó en su amistoso ante Sudáfrica





La Mannschaft salió con un sólo hombre en punta, Mario Gómez, detrás del cual estaban Bastian Schweinsteiger, Özil y Marko Marin formando una especie de segunda fila de ataque.

El objetivo era mejorar la comunicación entre el centro del campo y el ataque y eso se consiguió en los primeros minutos. Alemania o y generó ocasiones, dirigido ante todo por Özil que durante parte del partido pareció relevar a Michael Ballack de la condición de líder absoluto del equipo.

Ficha técnica:

2 - Alemania: Adler; Lahm, Friedrich, Tasci (Westermann, 46), Schäfer; Ballack (Gentner, 80), Rolfes (Khedira, 73); Schweinsteiger (Trochowski, 84), Özil, Marin (Podolski, 46); y Gómez (Klose, 46).

0- Sudáfrica: Fernández; Gaxa, Fransman (Tshabalala, 61), Maslella, Gould; Mhlongo; Mokoena, Dikgacoi; Pienaar; Parker (Kenhieza, 61) y Mphela (Van Heerden, 84).

Goles: 1-0 (min 36, Gómez), 2-0 (min 76, Özil)

Arbitro: Circhetta (Suiza).

Incidencias: partido amistoso jugado en la BayArena de Leverkusen ante 30.000 espectadores.

Ballack empezó jugando más retrasado, formando un doble pivote con Simon Rolfes, pero con frecuencia se incorporaba al ataque y en en uno de esos ataques se asoció con Özil y llegó el primer gol alemán.

Özil le metió un balón al área a Ballack que soltó un pase cruzado desde la izquierda superando la salida del meta Rowen Fernández dejando a Mario Gómez en condiciones de definir a puerta vacía.

Corría el minuto 36 y el gol llegaba en buen momento porque aunque Alemania había tenido sus ocasiones su juego amenazaba con enredarse frente a una Sudáfrica completamente replegada. Muchas veces lo que ocurría era que sencillamente había demasiadas piernas en el área.

En el ataque, el equipo sudafricano que dirige el brasileño Joel Santana se limitaba a buscar el contragolpe y llegaba poco. Su ocasión más clara la tuvo en un pelotazo largo que el defensa Arne Friedrich intentó despejar de cabeza y estuvo a punto de marcar en propia puerta. El empate no llegó porque el meta René Adler tuvo una reacción increíble

Aunque, por momentos, se pudo tener la impresión de que Sudáfrica iba tomando confianza, y hubo algún que otro contragolpe que pudo haber significado el empate -en dos ocasiones Adler tuvo que lucirse para evitarlo- era claro que quien mandaba en el campo era Alemania y que si partido tenía alguna lógica, el segundo gol tenía que llegar. Y llegó.

Özil fue el encargado de marcarlo tras una combinación en la que participaron Miroslav Klose -que había entrado por Gómez- y Schweinsteiger. Hacia el minuto 90, Lukas Podolski tuvo el tercero en sus pies, Pero falló confirmando su mal momento que es una de las cosas que en este momento preocupa a Alemania.