Robo con Carballo como cómplice

El árbitro madrileño fue descaradamente imparcial en contra de los visitantes. Perdonó un penalti de Márquez y las expulsiones de Puyol y Alves. Pedrito marcó el gol de un Barça que jugó de pena





El equipo andaluz saltó al campo sin complejos. Hugo Sánchez colocó a Chico, un central, junto a Ortiz, y ambos se convirtieron en la sombra de Xavi e Iniesta: toda una declaración de intenciones. El Almería apostó por desactivar así el principal caudal de juego ofensivo barcelonista, pero a costa de renunciar a cualquier posibilidad creativa en su centro del campo. El objetivo se cumplió a las mil mravillas. Ni rastro de los teóricos cerebros del Barcelona.

Porfíandolo todo a la velocidad de Crusat en una contra o a que Uche cazara un balón colgado en el área, el equipo almeriense sobrevivió gracias a ese otro fútbol. Al Barça se le atragantó ese planteamiento desde el principio. Tuvo que ser Pedrito, el que abriera la lata a la media hora de juego. El canterano, agarró una balón cedido por Maxwell en la corona del área, se dio media vuelta y marcó. Messi e Ibrahimovic, que no rascaban bola, tuvieron que aplaudir al canterano. Eran actores secundarios.

Ficha técnica:

1 - Barcelona: Valdés; Alvés, Márquez (Piqué, min.60), Puyol, Maxwell, Sergio Buquets (Keita, min.75), Xavi, Iniesta, Messi, Pedro (Touré Yaya, min.75) e Ibrahimovic.

0 - Almería: Diego Alves; Michel, Pellerano, Acasiete, Cisma, Ortíz (Soriano, min.79), Bernardello, Chico, Guilherme, Crusat (Nieto, min.73) y Uche (Piatti, min.66).

Goles: 1-0, m.31: Pedrito.

Árbitro: Velasco Carballo (Colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Xavi (min.20), Ortiz (min.37), Bernadello (min.45), Crusat (min.45), Iniesta (min.78) y Puyol (min.79)

Incidencias: Partido de la sexta jornada de Liga disputado en el Campo Nuevo ante 74.177 espectadores

El 1-0 no alteró lo más mínimo al Almería. Los de Hugo Sánchez, lejos de acusar el haber estado corriendo durante tanto tiempo detrás del balón, parecieron encontrarse más cómodos sin él con el paso de los minutos. Fue el Barça el que empezó a dar síntomas de cansancio a la hora de juego, demostrando que este equipo ha perdido mucho en relación a la temporada pasada. El equipo de Guardiola carecía de profundidad y movilidad. Estaba horrible.

CARBALLO EN ACCIÓN

Sin embargo, para paliar esas carencias, el Barcelona echó mano de su jugador número 12. Hoy vestido de amarillo. Otros días de rojo, de negro o de azul celeste. El minuto de gloria fue para Velasco Carballo, el trencilla del partido. El madrileño se tragó un penalti de Márquez por mano dentro del área clamoroso. Se olvidó o no quiso pitarlo. El caso es que le birló al Almería un empate que buscó cuando pudo. Además, le perdonó la roja a Puyol por una entrada por detrás flagrante. Carballo se limitó a sacar la amarilla. Para rematar su magnífica actuación, permitió que Alves le pusiera el pie en la cara a un zaguero del Almería o que saltara con los codos abiertos para desestabilizar a Uche. Arbitraje made in Villar y Laporta, los hermanos de sangre de nuestro podrido fútbol. 

La entrada de Piatti y de Nieto revitalizaron el ataque del Almería e, incluso, en la última jugada del partido, Uche tuvo la única ocasión del equipo de Hugo Sánchez para haber conseguido el empate, pero su falta de puntería fue tan clara como la pésima actuación de un Velasco Carballo que, si tuviera un mínimo de dignidad, debería dormir muy mal durante varias noches.