Echar a Rijkaard costará 5 millones de euros

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Así están las cosas. Como en los matrimonios, todo se perdona mientras se viva juntos, pero a la hora de repartir la cosa se complica. Y eso es lo que le ha pasado a Rijkaard con Laporta. A pesar de que el presidente ratificó una y cien veces al holandés como entrenador del Barcelona, acabó anunciando la llegada de Guardiola como nuevo técnico antes de que acabara la Liga.

Al holandés, que a partir de entonces no habló en las ruedas de prensa ni entrenó a la plantilla, no le debió sentar "muy bien" el trato recibido. Tanto, que se ha plantado y piensa cobrar hasta el último céntimo de lo que le resta de contrato. Un año más, hasta junio del 2009, y cinco millones de euros por temporada era lo que estaba estipulado en su ficha, y es lo que piensa llevarse de las oficinas del Camp Nou.

Revés para la gestión deportiva del Barcelona, que con esos cinco millones de euros bien podría haber pagado el traspaso de Piqué, parte de la ficha del ausente Ronaldinho, o la mitad del fichaje de Garay (le costó 10 millones al Real Madrid).