Caos fantástico

El Barcelona de Laporta vuelve a su punto de partida, el de la temporada 2003-2004





El Barcelona vive su particular Día de la Marmota. Cuatro años largos después de la llegada de Joan Laporta a la presidencia del club azulgrana, el club barcelonés repite la historia de los primeros meses de laportinismo. Exactamente está en el mismo lugar: pañoladas en el Camp Nou, el equipo desangrándose en la clasificación y Rijkaard a los pies de los caballos. Pero sobre todas esas cosas, una fundamental: el Madrid era en ese momento, igual que ahora, líder de la Primera División.


El 15 de junio de 2003, Joan Laporta se convertía en presidente del Barcelona después de unos añitos a lomos de un Elefante Azul atizando a José Luis Núñez y Joan Gaspart. Rodeado de un equipo en el que sobresalía Sandro Rosell, luego ejecutado al amanecer, Laporta presentó como nuevos integrantes del club a Ronaldinho, Márquez, Van Bronckhorst, Rüstü... 45 millones de euros en fichajes. A la vez, despedía a Frank de Boer, Christanval, Enke, Nano, Rochemback, Riquelme, Andersson, Bonano y Alfonso, entre otros. Los mandos de la nave fueron adjudicados a Frank Rijkaard, un técnico sin apenas trayectoria en clubes, sólo el Sparta de Rotterdam.



5 victorias, 4 empates y tres derrotas


Los doce primeros partidos de Liga de ese Barça fueron calamitosos. Victorias ante el Athletic (0-1), Albacete (1-2), Mallorca (1-3), Murcia (3-0) y Betis (2-1). Empates en casa ante Sevilla (1-1) y Osasuna (1-1) y fuera ante Atlético (0-0) y Real Sociedad (3-3). Y derrotas ante Valencia (0-1), Deportivo (0-2) y Villarreal (2-1). El Barcelona pululaba por la quinta posición por la tabla, a siete puntos del líder, el Real Madrid. Rijkaard era fuentemente cuestionado y su continuidad era ciertamente milagrosa, salvado de la guillotina tras derrotar al Sevilla (0-1). La debacle se cerró tres jornadas después, con una derrota por 1-2 ante el Real Madrid en Liga, el día en que el barcelonismo se cebó con Beckham por elegir a los blancos y dejar a Laporta sin su fichaje-fantasma de las elecciones.


La historia se repite


Ahora, cinco temporadas después, el Barcelona está calcando los números de ese desastroso arranque liguero, firmando un caos fantástico. Desde que comenzó la segunda vuelta, el Barça ha firmado los mismos números que en ese arranque del laportinismo. Cinco victorias: ante Racing (1-0), Osasuna (1-0), Zaragoza (1-2), Levante (5-1) y Valladolid (4-1); cuatro empates, frente a Getafe (0-0) en casa y Athletic (1-1), Sevilla (1-1) y Almería (1-1) lejos del Camp Nou; y tres derrotas, perdió ante Atlético (4-2), Villarreal (1-2) y Betis (3-2).


El caos fantástico en el que Laporta ha sumido al Barcelona le ha llevado de nuevo al punto de partida, pero ahora sin un Davids a mitad de temporada que sirva para enderezar el rumbo. Los ocho partidos que quedan para que finalice la temporada se le van a hacer largos, muy largos, al Barcelona. Aunque les pongan la cabeza de Rijkaard en una bandeja de plata. Sobre todo porque el holandés ya demostró en una ocasión que sabe reconducir situaciones similares. Y lo tuvo que hacer con una plantilla que no se asemeja ni de lejos a la actual: Luis Enrique, Reiziger, Kluivert, Cocu, Gerard... La fórmula fantástica ha acabado con el Barcelona.