Franck Ribéry, el líder del relevo bleu

Grupo C: Tras el declive de la generación de Zidane





Con el declive de la última gran generación victoriosa, aquella que lideró el retirado Zinedine Zidane y que consiguió el título Mundial en 1998 y la Eurocopa de 2000, Franck Ribéry está dispuesto a tomar el relevo al frente de un grupo de ilusionantes futbolistas como Karim Benzema y Samir Nasri. De aquel equipo multicultural, que saltó a la palestra para llevarse el Mundial de 1998 en París, apenas quedan Lilian Thuram, Thierry Henry, Claude Makelele, Nicolas Anelka y, si se mantiene y no tiene que ser finalmente sustituido, Patrick Vieira.

Thuram debutó en 1994 y suma 140 partidos: Vieira lleva 104 y Henry ha jugado cien desde que debutó con los "bleus" en 1997. Aquel equipo encadenó el Mundial del 98, la Eurocopa de 2000 y las Copas Federación de 2001 y 2003, y superó en títulos a la Francia de Michel Platini, que enganchó en 1984 la Eurocopa a costa de España. Cuestionado Henry, lesionado Vieira, de vuelta Thuram, ausente Anelka; Ribéry debe ser el hombre, a pesar de que debutó con el equipo francés meses antes del Mundial de Alemania. No ofrece liderazgo como Zidane o Platini, sino goles, tal y como lo ha demostrado esta temporada en las filas del Bayern Munich.

UNA SELECCIÓN FRANCESA INEXPERTA

Un somero repaso a la lista de Domenech ofrece un dato revelador: la escasa experiencia en torneos de selecciones de buena parte de sus futbolistas, a pesar de que la mayoría de ellos están baqueteados en las principales ligas europeas. Es una evidencia en los casos de Benzema y Nasri, quienes debutaron hace apenas un año con el equipo "bleu", y también de Bafetimbi Gomis, quien lo hizo hace apenas unas semanas, pero también ocurre con buena parte de la columna vertebral de los franceses.

El meta Gregory Coupet siempre estuvo a la sombra de Barthez. Lassana Diarra se estrenó el año pasado, Jeremie Toulalan, Jean-Alain Boumsong y François Clerc en 2006, Eric Abidal, Florent Malouda, Patrice Evra y Sebastien Squillaci en 2004, Sidney Govou y William Gallas en 2006 y Willy Sagnol en 2000. La incógnita estará en si Domenech es capaz de conseguir el equilibrio entre la vieja guardia y los nuevos futbolistas, una transición que, tratándose de los "bleus", todo lo que no sea una buena clasificación final en esta Eurocopa, será un fracaso