La lluvia dio una tregua





La lluvia que ha acompañado a la ciudad de Ginebra en las dos últimas semanas dio una tregua, en la jornada inaugural de la Eurocopa 2008, de la que se han beneficiado las selecciones de Portugal y Turquía, enmarcadas en el Grupo A de la competición.

Así, a lo largo de la última semana en algún momento del día apareció la lluvia durante la jornada en Ginebra, lo que hacía presagiar a los seleccionadores de ambos equipos que el partido se disputaría sobre el terreno mojado.

Luis Felipe Scolari, seleccionador de Portugal, advirtió en la previa que no era lo más idóneo jugar con el césped mojado, si bien apostilló que esta circunstancia perjudicaba por igual a uno y otro equipo dadas sus características.

Igualmente, Fatih Terim, técnico turco, se mostró contrariado ante la posibilidad de que lloviese durante el partido o que el campo estuviera mojado, ya que considera que tanto las características de juego de uno y otro equipo, como el hecho de que tanto turcos como portugueses estén acostumbrados a jugar en seco.

Lo que más temían ambos técnicos era, más que la lluvia durante el partido, que durante el día se produjeran chubascos similares a los de los días anteriores, lo que afectaría notablemente al terreno de juego.

"Tanto Portugal como Turquía basamos más nuestro juego en el toque que en la fuerza, por lo que un campo mojado es más pesado para los jugadores y hace desgastarse más a los futbolistas desde el primer día del torneo", consideró Terim.

A pesar de la ausencia de lluvia, una densas nubes se mantuvieron amenazantes durante todo el partido, aunque finalmente no descargaron agua durante el encuentro.