Cristiano Ronaldo vestido de blanco. Por fin la imagen que todos buscaban, el astro portugués de blanco. La camiseta no era la del Madrid, era la segunda equipación de Portugal, pero el chico le quedaba tan bien el blanco.
Luego se diluyó en el partido igual que contra los turcos. Alguna pincelada de fútbol de calidad como la que dio el gol a Portugal a los ocho minutos. Una buena pared con Nuno Gómes y cuando parecía que sólo faltaba regatear a Cech, el meta sacó los pies y barrió el balón. Pero ahí estaba Deco, con esa suerte de rebotes que siempre ha tenido en el Barça para empujar el balón a la red entre seis piernas checas.
Luego lo volvería a intentar con un tiro lejano que despejó bien el portero del Chelsea, pero nada. Ronaldo sigue esperándo su momento. El que tuvo buenos momentos fue Milan Baros. El checo dejó a Koller en el banquillo y es el mejor delantero bajando la cabeza y corriendo. Una y otra vez bajaba los balones del cielo, temporizaba y se ponía a correr como un loco.
Pepe también vestía de blanco. Como en el Madrid. Y así fue su juego. Sobrio, serio, anticipándose, aunque subiendo menos de lo que nos ha acostumbrado. La defensa de los 100 millones de euros que forman el propio central del Real Madrid, Carvalho Bosigwa y Ferreira se vio superada en un córner que los checos botaron ocho minutos después. Sionko se adelantó a todos y remató con la cabeza y con todas su fuerzas el empate.
En el segundo tiempo Portugal empezó avisando hasta tres veces. Cech se las veía y se las deseaba para achicar balones. Arriba los checos tenían la pólvora mojada. Baros mandó fuera un balón claro y Ujfalusi ya se va acostumbrado a lo que le va a tocar vivir de rojiblanco cuando un cabezazo suyo lamió el palo de Ricardo.
Pero Cristiano encontró el fútbol. En el momento más alto de desesperación, cuando todo le salía mal y empezaba a parecerse a un muñeco de futbolín apareció una contra de Portugal. Moutinho abrió a Deco a la banda y éste le puso un balón precioso y preciso a Ronaldo en la frontal. El resto es conocido. Cech ni vio entrar el balón. Primer gol de Cristiano en la Eurocopa y todo tipo de celebraciones.
La República Checa no bajó los brazos. Koller entró para no dejar solo arriba a Baros. Pero no había forma de meterle un gol a Ricardo. Los minutos se les escapaban de las manos. El gigante checo no quería perder el partido pero lo único que hizo para remediarlo fue enseñarle a los portugueses sus malas maneras.
Quaresma tampoco dio mucho más al juego luso, si acaso el último gol. La República Checa ya estaba volcada al ataque y Deco robó un balón en el medio campo que puso a Ronaldo, sólo arriba. El crack del Manchester fue condescendiente con su compañero y le regaló el tercer gol.
Los portugueses serán primeros de grupo y evitarán a Alemania en cuartos. El fútbol de hoy no ha sido como el del primer partido contra Turquía pero las individualidades hacen mucho daño al rival. Deco, Moutinho, Cristiano o Nuno Gómes son el revulsivo de Portugal, cada uno en su momento.
Vassaras pitó el final de un partido que significaba el reencuentro de Ronaldo con el gol desde aquel cabezazo en Turquía.
Ficha técnica:
1 - República Checa: Cech, Grygera, Ujfalusi, Rozehnal, Jankulowski, Galásek (Koller, m.73), Polák, Matejovsky (Vlacek, m.68), Sionko, Plasil (Jarolim, m.85) y Baros.
3 - Portugal: Ricardo, Bosingwa, Pepe, Ricardo Carvalho, Paulo Ferreira, Joao Moutinho (Fernando Meira, m.75), Petit, Deco, Cristiano Ronaldo, Simao (Quaresma, m.80) y Nuno Gomes (Hugo Almeida, m.79).
0-1, m.8: Deco. 1-1, m.17: Sionko. 1-2, m.63: Cristiano Ronaldo. 1-3, m.91: Quaresma.
Ãrbitro: Kyros Vassaras (GRE). Mostró tarjeta amarilla al checo Polak, y al portugués Bosingwa.
Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del grupo A de la Eurocopa disputado en el estadio de Ginebra ante cerca de 30.000 espectadores. Terreno de juego en perfectas condiciones.
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