Suiza quiere despedirse con la cabeza alta





Tras el varapalo sufrido el pasado miércoles con la desafortunada derrota ante Turquía que les dejaba fuera de "su" Eurocopa, jugadores, aficionados y medios de comunicación suizos tenían que asimilar la situación y seguir adelante en lo poco que les queda de competición. Suiza, que se había fijado como objetivo mínimo el pasar a cuartos de final. Sin embargo, el destino les ha deparado un camino distinto y es el de igualarse a Bélgica en ser el único organizador de un torneo europeo que no pasa de la fase de grupos.

El tabloide suizo "Blick" recogía entre sus páginas deportivas las frases "¡Terminado!, ¡Fuera!, ¡Se acabó!. Somos los campeones en la mala suerte". Y está en lo cierto. Si de algo pueden "presumir" los suizos es de ser la selección con más mala suerte del campeonato. Primero, con la hospitalización de la mujer del seleccionador Kuhn, a lo que se unía la lesión que dejaba fuera del torneo a su máximo goleador, Alexander Frei. Este miércoles, llegaba la puntilla al "mal de ojo" suizo, quedando eliminados de la competición de la que eran y seguirán siendo anfitriones junto a Austria.

Pero no sólo la mala suerte es la culpable de la pronta eliminación de Suiza en esta Eurocopa. También faltó calidad al conjunto dirigido por Köbi Kuhn, quien quizá debió apostar más por la agilidad y rapidez que aportaba Johan Vonlanthen en el césped. Agua pasada es ya todo esto y ahora toca pensar en el próximo encuentro, que, aunque inútil en cuanto a las posibilidades de la competición, sirve para intentar despedirse con un sabor de boca menos amargo de la cita europea.

Cuando sólo les queda el orgullo

Así, los jugadores ya tienen en mente el partido ante Portugal, selección que ya está clasificada para cuartos. "Ahora sólo tenemos que demostrar cierto honor y orgullo jugando para Suiza y hacer otro buen partido para todo el país el domingo", afirmó el defensa Senderos.

Hakan Yakin, protagonista del primer gol suizo, admitió que no sirve de nada mirar atrás. "Todavía hay una gran sensación de decepción, un vacío en mi cabeza, pero no tiene mucho sentido seguir analizándolo todo", dijo al respecto. Yakin se mostró muy dolido porque "llevamos trabajando dos años para esto y creíamos que íbamos a conseguir mucho. En cambio, hemos jugado dos muy buenos partidos y nos vamos sin nada".

Parte de razón tiene Yakin, porque ocasiones claras para marcar sí que han tenido los suizos, aunque les faltó efectividad a la hora de definir. La lesión de Frei tampoco ayudó mucho a los anfitriones. La falta de capacidad goleadora de Streller también se notó y Derdiyok, el más joven de la Eurocopa, no podía soportar todo el peso de la responsabilidad en el ataque. Ante estas carencias en punta, los suizos sólo pudieron esperar que su defensa fuese una muralla. Pero la zaga demostró que no era capaz de mantener la concentración al 100% durante los 90 minutos. Con todo esto, la eliminación era de esperar y Köbi Kuhn tendrá que conformarse con esta amarga despedida de su selección.