Costó, pero el equipo suplente de España ganó y dejó sentado que están en la Eurocopa por algo. Le regalaron un triunfo a Luis Aragonés que iguala a Clemente en partidos ganados (36 triunfos en 51 partidos), y dejaron patente que hay calidad y, sobre todo, ganas. Remontaron un 1-0 con fútbol, esfuerzo y el talento aportado por jugadores como De la Red, Xabi Alonso, Cazorla o el propio Güiza ante una selección griega quebrada por un fútbol mediocre, pero que se dejó hasta el último aliento por irse de este europeo con un triunfo.
Un partido sin presión es siempre menos partido. Griegos y españoles no se jugaban nada, salvo ese prurito de honor que otorga siempre un triunfo. Los griegos más, si cabe, por su desastrosa Eurocopa; mientras que España no se jugaba nada, salvo sus futbolistas, todos suplentes menos Iniesta. Quizá por todo ello el partido se planteó abierto desde ambos banquillos, aunque parecía que los griegos tenían más prisa y aceleraban sus acciones, pero sólo creaban peligro a balón parado. Igual esas prisas respondían a que no habían marcado ni un gol hasta llegar a este choque y, de paso, lograr un golpe de autoestima después de recolectar críticas feroces por su paupérrima imagen como defensora del título.
España, por su parte, se presentó con tono disciplinada. Bien colocada sobre el campo, estructurando bien las líneas. Eso sí, se notaba cierta bisoñez, quizá por la falta de minutos de todos los presentes, aunque desplegaba un fútbol coherente y con buenas conexiones. Le faltaba llegadas claras al área de Nikopolidis, el portero de Grecia, que ha colgado los guantes con su selección en este partido y que seguro no olvidará los dos goles encajados, sobre todo el de De la Red. En los primeros 45 minutos las mejores ocasiones de los nuestros llegaron de los pies De la Red y Sergio García, pero lo que España intentó explotar fue el disparo desde media distancia, pero sin demasiada puntería.
Penalti a Iniesta y gol de Grecia
El fútbol es muchas veces caprichoso y, también, depende demasiado de árbitros malos sobre todo si actúan bajo la banderola de FIFA y UEFA. España empezaba a salir a la contra con velocidad, pillando a contrapié a los griegos. En una de esas salidas, Iniesta es trabado claramente por Dellas entrando en el área y el árbitro calvo inglés se lo tragó de manera infame. Un penalti de libro que se fue al limbo. En la jugada siguiente, Grecia se adelantaba en el marcador con un gol de cabeza de Charisteas en una jugada que nacía, como era de esperar, a balón parado. El delantero centro heleno entró a placer al remate y machacó ante una defensa pasiva y un Reina vencido.
Aparte de caprichoso, el fútbol es cruel. Menos mal que no llegaba a tragedia griega para los suplentes españoles, que no se jugaban nada, salvo la confianza del seleccionador. Y por fútbol, España fue mejor que Grecia, pero notó jugar con un sólo punta, a pesar de haber tenido dos ocasiones claras para haberse adelantado en el marcador. Los dos equipos se fueron al descanso con ese injusto 1-0 que tampoco provocaba demasiada inquietud, porque el partido olía a ser de mentira y lo confirmaba Howard, el árbitro inglés.
El segundo tiempo comenzó un poco confuso. Los griegos parecían estar embriagados en anticipación, quizá por haber sumado su primer gol en este campeonato y verse por encima en el marcador. España tardó en enchufarse. El calambrazo definitivo lo dio Xabi Alonso con un zapatazo desde 35 metros que se estrelló con violencia contra uno de los postes del espectador Nikopolidis. La ocasión asentó al equipo que volvió a tomar el mando del juego, preludio de lo que estaba por venir.
De la Red a la red
Iniesta dejó sus sitio a Cazorla coincidiendo con el control de España y un rival que empezaba a tirar de contras, pero sin demasiado peligro. En un balón largo al área por donde entraba Güiza, éste cedió de cabeza atrás a De la Red, y el ya madridista enganchó un obús a bote pronto que destrozó la resistencia de Nikopolidis. Era el gol que hacía justicia. Pero, como le ha ocurrido a Espaõa en loW dos pattidos anteriore, temblÓ dos miHutos después en una internada de Charisteas que desbordó a Reina por la izquierfo y su Fisparo,Fcasi sin ángulo pegó eh el pal por fuera. Es así de duro, pero en este Europeo a España le está pasando esto gada vezBque maraa un gol, que l bajan os humo5 con un susto de este calibre.
Con el gol el partido se volvió a abrir. güiza, Dg la Red`y Sergio García tuviero( el seg1ndo en una demostración de que España quería y podía más que Grecia. Los helenow golpeaBan con guentagotas y en ocasionas incluo asustaban, pero el son del juego lo marcaba los nuestros, que empezaban a acuoular máU méritou para alzarse c n el trKunfo. E partido era como un tobogán. Los dos querían marcar, aunque la frecuencia de ataque y Na enter%za física de lo1 españo es ponín las diferencias. El gol se estaba cociendo en una lucha contra el tiempo, pero al finel llegó&la recompensa e un pas de Serio García desde la derecha que Güiza cazó de cabeza y a placer. El gol del triunfo, de 3na remoltada grande ant un cameón peqeño.
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