Villa y Gasol, vidas paralelas





David Villa, la estrella de la selección y máximo goleador de la Eurocopaa, no estará en la cita más importante de la "Roja", en la gran final de Viena. Se lo impedirá una inoportuna lesión sufrida en el encuentro de semifinales.

El "Guaje" padece una microrrotura fibrilar que precisa, al menos, de seis días de recuperación, y verá el partido desde el banquillo español.

El mal fario de Villa trae a la memoria el soportado por Pau Gasol, figura y artífice del gran éxito del baloncesto español, el Mundial logrado con brillantez en el verano de 2006. Una competición, que como la Eurocopa austríaca, tuvo a toda España pendiente del combinado nacional.

El jugador de los Angeles Lakers quedó descartado para la final del Mundial 2006 entre España y Grecia al contraer una lesión ósea en el pie izquierdo.

"Gasol sufre fractura incompleta de la base del 5º metatarsiano del pie izquierdo, motivo por el que causará baja en la final del Mundial Japón 2006", decía el comunicado médico de la Federación Española de baloncesto.

Gasol se lesionó en los últimos minutos del duelo de semifinales ante Argentina y precisó que su hermano Marc y Jorge Garbajosa le llevaran en volandas para abandonar la pista. Las imágenes del ala-pivot abandonando la cancha con lágrimas de impotencia en los ojos y evidentes gestos de dolor dieron la vuelta al mundo y conmovieron a los aficionados españoles.

Después de efectuarle una resonancia magnética y en estudio radiológico en el hospital Kato Seikei Geka de Urawa, en Tokio, Gasol comentó: "Espero que todo salga como tiene que salir en la final y esa medalla de oro en el cuello para mí quitaría todo el dolor que estoy pasando ahora".

"Estoy dolorido por esto que ha pasado pero, a la vez, también estoy feliz porque el equipo está en la final, feliz de haber llegado hasta aquí y confiando en mis compañeros al cien por cien", añadió.

Gasol vio compensado el dolor de no estar en la final con el triunfo histórico (70-47 a Grecia) de un grupo que se puso como ejemplo para la escuadra futbolística. El baloncesto se comparó con el fútbol para criticar la falta de éxitos del deporte más seguido en España.

David Villa llegó a la Eurocopa después de una temporada muy complicad en el Valencia, al que, ni siquiera, el haber ganado la Copa del Rey le sacó de una tremenda crisis.

El asturiano se pasó gran parte de la temporada de baja por lesión, circunstancia que le favoreció, pues llegó a la competición centroeuropea más fresco que sus compañeros.

No tardó Villa en hacerse imprescindible en el equipo de Aragonés. Sus cuatro goles, que le hacen ser el máximo anotador de la competición, aunque amenazado por el alemán Podolski, que suma tres y jugará la final, y su tremenda habilidad para crear peligro, incluso, de la nada, han encandilado a todo un país.

Llegó Villa al partido de semifinales como héroe de la selección, y en el momento más inoportuno, a la hora de lanzar una falta lejana, sintió un pinchazo que le apartó de la final.

Villa no abandonó el césped de Ernst Happel llorando, aunque sí lo hizo con rostro de decepción, de rabia, de impotencia. Como Gasol, no estará en el partido más importante de su selección y, como Gasol, espera que sus compañeros le dediquen el triunfo.