La guillotina sobre Laporta







Entre fichaje y fichaje, la junta directiva que preside Laporta afrontará el domingo 6 su examen más importante. Y es que la moción de censura que la plataforma encabezada por Oriol Giralt ha pasado de ser una pequeña molestia a una verdadera guillotina que pende sobre la cabeza del "president".

En el mes de Mayo, Giralt, abogado de profesión, junto al socio Christian Castellví, impulsaron la iniciativa de la moción, y tras la nefasta temporada que había cuajado el Barcelona acabó siendo un éxito rotundo. Re recogieron sin demasiados apuros más de 9.000 firmas de socios que refrendaron la idea que la junta del Barça y su presidente, Joan Laporta, debían ser cesados de sus funciones.

Se necesitan dos tercios de al menos 14.000 votantes

Para que la moción prospere una considerable parte de la masa social del Barcelona deberá movilizarse este domingo, ya que según recogen los estatutos del club es preciso que vote como mínimo un 10% de los socios y que de ellos dos terceras partes sean partidarios de la moción. Traducido en números, esto es que voten al menos sobre los 14.000 socios, y que prácticamente 9.000 den su apoyo a la iniciativa de Giralt.

No obstante, y teniendo en cuenta las fechas veraniegas no se prevee una participación masiva, algo que a Laporta le puede venir muy bien. Durante estos dos meses la plataforma opositora ha intentado concienciar a los socios de la necesidad de expresar su opinión en las urnas en una ocasión única. Además de esos más de 9.000 votos que Giralt ya tiene, éste necesitaría que se movilizaran al menos 5.000 socios más para que la votación tuviera validez.

Si la moción de censura prospera se tendrían que convocar elecciones anticipadas en un plazo de tres meses, y el Barcelona quedaría en manos de una junta gestora , que entre otras cosas no tendría poder ejecutivo para hacer ningún traspaso, ni venta ni fichaje de jugadores. Al respecto, Laporta ha aprovechado para lanzarse un capote y tocar la fibra sensible del socio, asegurando que: "Confío en que gane el no a la censura, porque eso mantendría la estabilidad del club. Si no se crearía un cierto descontrol y una desestabilización. Lo digo no pensando en mí o en la junta, sino pensando en el Barça", ha insistido.



Un punto a favor de Giralt ha sido la irrupción de Sandro Rosell en escena. El ex directivo culé ya ha anunciado que si hubiera elecciones él sería candidato contra Laporta. Rosell cuenta con muchas simpatías entre los aficionados barcelonistas, ya que por ejemplo fue uno de los artífices del fichaje de Ronaldinho años atrás.

El poder de Rosell reside además en haber sido la mano derecha de Laporta cuando éste se levantó en 2003 en oposición a la junta directiva de ese momento. Fue uno de los directivos más activos en los primeros años de presidencia de Laporta, pero acabó a tortazo limpio con él. Rosell acusó a Laporta de haberse olvidado del espíritu democrático que ambos defendieron cuando se postularon para la presidencia azulgrana. El hecho de que Rosell acabara abandonado la directiva culé y ahora sea su principal opositor ha movilizado a gran parte de la masa social que hasta ahora estaba indecisa, lo que ha dado un impulso a la votación de este domingo.

Ya ha comenzado la guerra por SMS

Desde la Junta Directiva y la plataforma opositora se ha recurrido ya a un recurso muy utilizado por los clubes de fútbol últimamente, los mensaje de texto a través del móvil tratando de persuadir al socio indeciso que podría decantar la balanza a uno u otro lado.
Así, por ejemplo el último de ellos que salió desde la junta versaba: ”œSeamos positivos. No a la censura. Porque objetivamente el club ha mejorado durante los últimos 5 años. Domingo 6 vota no a la moción de censura. ¡Pásalo!”.

Pero la plataforma de Giralt tampoco se ha quedado atrás y tiene ejemplos para todos los gustos. Está el extremista que intenta despertar a los más críticos con la gestión de Laporta: ”œ¡¡El 6 de julio se acaba esta pesadilla!! El 7 de julio empieza el futuro del Barça. ¡¡Todos a votar sí a la moción!!”, o los que buscan aprovechar el tirón de la presencia de Rosell como futuro candidato: ”œMe han confirmado que Sandro ya está preparado. Me lo creo. Para que pueda presentarse a las elecciones tenemos que ir todos a votar. ¡¡Sí a la moción!! ¡¡Pásalo!!” y ”œMuy importante. Sandro se presenta. El futuro del Barça ya está asegurado. Vamos todos a votar sí a la moción. ¡¡Pásalo!!”, ”œ¡¡Atención!!



Pero quizá los más agresivos han sido aquellos que tocan el bolsillo del socio con las últimas operaciones deportivas del Barça de dudosa brillantez: ”œQué escándalo. Venden a Deco por 10 millones de euros al Chelsea... Y pagaron 27 millones por Henry. Y ahora pagan 14 por Martín Cáceres. ¡¡Echémosles ya!! Todos a votar sí a la moción. ¡¡Pásalo!!”.

El club maneja sondeos favorables

A pesar de la oposición de los socios con la que Laporta acabó la temporada, el club catalán ha asegurado que no se encuentra preocupado por la moción de censura (otra cosa no iban a decir). En una encuesta de intención de voto que manejan aseguran que el resultado les sería favorable por una diferencia de cuatro puntos (52% a 48%).

No obstante, lo que no se cuenta es que esta encuesta se realizó antes de que Sandro Rosell anunciara su intención de presentarse en unas hipotéticas elecciones contra Laporta, momento en el que el club catalán mandó realizar un nuevo sondeo del que todavía no ha querido publicar sus resultados, en una maniobra que deja entrever la preocupación de los de Laporta.

Por su parte, Oriol Giralt maneja otros números, en los que asegura que un 70% de los socios que han declarado su intención de ir a las urnas el domingo lo harán en contra de Laporta, una cifra que sería suficiente para que prosperara la moción.

Giralt tiene previsto para la hoy mismo, jueves, su última aparición pública ante los medios en su particular y reducida campaña para comentar algunas decisiones de la mesa del voto del censura y poner fin a su singladura en este proceso. Para ello, la cita con los informadores será en el hotel Gran Derby, frente a la sede habitual de recogida de firmas, a las 11:15 horas.