Laporta se agarra a unclavo ardiendo





El presidente del Barcelona, Joan Laporta, continuará en el cargo junto a diez directivos más, después de que ocho miembros del consejo hayan presentado la dimisión esta tarde, aunque el mandatario ha anunciado que pondrá su cargo a disposición de la siguiente asamblea de compromisarios, que se celebrará seguramente en septiembre.

Laporta ha comparecido ante los medios de comunicación, tras una reunión de junta que ha durado unas seis horas y media, junto a los dos vicepresidentes que le quedan, Jaume Ferrer y Alfons Godall, mientras que los ocho restantes se han sentado frente a él en la sala de prensa del Camp Nou.



El presidente ha anunciado que provisionará las bajas en la junta (cuatro como mínimo), y ha vuelto a recordar que siguen entendiendo que el resultado de la moción de censura "fue un voto de castigo".

El mandatario defendió que por sentido de la responsabilidad ha buscado "la cohesión de la junta", pero se ha lamentado de que no ha sido posible "por diferencia de criterios por cómo debíamos de continuar después del voto de censura".

Laporta ha explicado que entre los nuevos nombramientos figura el de Josep Cubells, como nuevo secretario, mientras que Joan Boix, que ocupa el cargo de tesorero, estará atento al área económica y ha anunciado la creación de un nuevo puesto, la de director de fútbol para apoyar el trabajo del secretario técnico, Txiki Begiristain, mientras que Rafael Yuste será el encargado de informar a la directiva de los progresos en este área.


"Continuamos por sentido de la responsabilidad"

EL presidente del club catalán ha reiterado que los directivos y él mismo han decidido continuar al frente de la entidad por "sentido de la responsabilidad" y ha reiterado que lo que daba más estabilidad al club es que él se quedara al frente de la entidad junto con diez directivos.

"La otra posibilidad -planteada por los directivos dimisionarios- no es que se quedaban los 17 directivos menos el presidente. De la otra manera, no me iba yo y se quedaban todos", ha reiterado Laporta, quien ha desvelado que los directivos que han dimitido habían pedido que el presidente presentara su renuncia.

Para el dirigente del Barcelona es fundamental "recuperar la calma institucional" para garantizar "la planificación prevista" y también para llevar a cabo "la planificación prevista en la gestión de las plantillas".

La decisión de que sea la asamblea general de compromisarios la que decida sobre el futuro de Laporta se ha tomado porque "es el órgano supremo de la entidad que tiene que marcarnos la línea a seguir".

"Esta decisión sólo me afectaría a mí, no al resto de la junta. Creo que se ha personalizado mucho en mi persona y para no perjudicar a mis compañeros de junta, tengo que someter mi cargo a la asamblea", ha insistido.

En cuanto a la fecha en la que se celebrará la asamblea, Laporta explicó que no será en agosto, una decisión que la ha justificado en la cantidad de compromisos que tiene que afrontar la entidad.

Laporta confía en invertir ese punto de crispación que ha creado en el seno del barcelonismo y se ve con fuerzas de recuperar "la estimación que los socios" le tenían en el pasado. "Haré todo lo preciso para conseguirlo", ha dicho.

Ha querido desvincular las dimisiones que se han producido hoy con las que se produjeron al principio de su mandato, con las renuncias de Sandro Rosell y de sus directivos próximos, además de la de Alejandro Echevarría.



"Son circunstancias totalmente diferentes. En un momento fueron por una crisis de crecimiento, ahora es una situación por unos resultados adversos de la masa social. No voy a valorar esta cuestión, porque hay que mirar hacia adelante", ha insistido.

También ha explicado que se producirá "un cambio en el área de comunicación" y ha anunciado el relevo del hasta ahora director de comunicación, Jordi Badia.

"Es una decisión que debíamos tomar y la hemos adoptado. Jordi Badia ha hecho un gran trabajo y entramos en una nueva etapa", ha dicho Laporta, quien cree que hay que darle "un nuevo impulso" al área de comunicación.

Se refirió Laporta a la posibilidad de un eventual recibimiento contrario de los aficionados en el Camp Nou y al respecto ha dicho que su principal ocupación es gestionar la entidad.

"Que se cumpla cuanto antes la calma institucional, porque los socios del Barça deben pensar que someter al club a una situación de inestabilidad no es lo que quieren. Además, el lunes que viene empieza la temporada", ha recordado.

En cuanto a la posibilidad de que la junta de Laporta tenga que avalar, en función de una resolución judicial, el presidente del Barça no mostró ningún tipo de preocupación.

"Si hay que avalar, se avala. Está claro. Pero el procedimiento judicial esta pendiente y nos podemos acoger a los recursos que la ley determina", ha insistido.