Los supositorios culés de la semana

El Infiltrado trae las barbaridades que se dicen del Madrid en medios catalanes





1.  Tito, un chivo expiatorio.

Lo denunciamos en su día y al final nos han acabado dando la razón. El castigo que sufrió Tito Vilanova por su expulsión por parte del nuevo Comité de Competición no resultó ser un cambio de criterio disciplinario ni un “aviso para navegantes”, sino que fueron a por el entrenador barcelonista. Así, sin más. Lo sancionaron con dos partidos por “protestar airadamente un lance del juego habiendo sido advertido con anterioridad por el árbitro asistente”. Fue un castigo ejemplar, una demostración de que a partir de ahora el baremo de las sanciones iba a ser muy diferente. Pero, a la hora de la verdad ya se ha visto que Tito Vilanova ha sido solo un chivo expiatorio. Se encarnizaron en él, no sabemos si por el simple hecho de ser del Barça.

 

Respuesta del Infiltrado: La caverna culé tiene mucho morro, como diría Busquets. Rosell se encarga de 'echar' a Flórez, el antiguo juez único del Comité de Competición, y ahora que Villar le pone uno a su gusto en Barcelona se siguen quejando de sus decisiones. La pregunta es, ¿Qué es lo que quieren? ¿Inmunidad total? Demasiado descarado hasta para el Barcelona...


 


2.  Contradicciones: el City no dio la talla.


En cinco minutos el Bernabéu pasó del pánico a la euforia. El Madrid sufrió mucho pero acabó salvando los muebles gracias a un gol en el último minuto. Mourinho se vio al borde del precipicio y acabó celebrando el tanto salvador de Cristiano como si fuera un jugador, arrodillado en el terreno de juego. Partidazo en el Bernabéu con un Manchester City que, haciendo lo mínimo, a punto estuvo de darles un disgusto. Fue increíble que el campeón inglés se fuera con empate a cero al descanso ya que mostró un juego decepcionante dando muchas facilidades defensivas que los blancos no supieron aprovechar. (…) El Madrid ‘in extremis’, por coraje y ambición, consiguió una victoria de la que estaba muy necesitado aunque su juego sigue dejando mucho que desear. El City decepcionó, el campeón de la Premier no dio la talla.

 

Respuesta del Infiltrado: Lo han leído bien. El Manchester City no dio la talla. Es la mejor explicación que han encontrado en Barcelona a la épica victoria del Real Madrid ante el campeón de Inglaterra. Los culés se frotaron las manos el martes viendo sufrir a los blancos ante uno de los equipos más potentes de Europa, esperando tener un debut tranquilo ante el todopoderoso Spartak de Moscú. Sin embargo, ni por esas. El Barcelona tanto o más que el Madrid, pero el Madrid jugó un partidazo (ellos mismos lo reconocen) ante un City... ¿Decepcionante? Vaya contradicción.

 


3.  La "quimera" del Real Madrid.


Si lees la carta en clave de la actualidad deportiva, lo que se desprende de las palabras del Rey es una clara advertencia al madridismo. Avisar a quienes “persiguen quimeras” es una llamada a la realidad de los madridistas que llevan años soñando con “la décima”, una ilusión de la que cada temporada despiertan de golpe y porrazo, cada vez más tristes y frustrados. Que a estas alturas de la temporada ya estén poniendo todos los huevos en el cesto de la Champions, me lo demostró la reacción desaforada de José Mourinho cuando Cristiano Ronaldo metió el gol que daba la victoria a su equipo en el tiempo añadido. (…) Para que el Madrid llegara a disputar su ansiada décima en Wembley, le faltan doce partidos y harían bien en no hacerse ilusiones de las que llevan once temporadas saliendo escocidos.

 

Respuesta del Infiltrado: Es mejor ver el objetivo cercano que tan lejos como está el Barcelona del Real Madrid. Toda una vida de segundones es demasiado incluso para los culés, que sí que están "escocidos" por todo lo que tienen que tragar año tras año: ser segundones hasta cuando se gana es lo peor que puede sentir el aficionado a un club 'grande', más interesado por lo que ocurre en la capital que por lo que tiene en casa. Y escocidos también porque el Madrid demostró que siempre se levanta. Ojo como se tropiece el Barcelona...

 


4. Campeones en septiembre


Otra quimera madridista es el tan cacareado “cambio de ciclo”. Pensaron que la tortilla había dado la vuelta al ganar la Liga, que la marcha de Pep Guardiola les dejaba vía libre y que la Supercopa era la prueba del nueve. Otra vez se han embriagado en ilusiones falsas porque la verdadera prueba es la del ocho, los ocho puntos que les saca el Barça en cuatro partidos, una cuenta que va aumentando a medida que pasan las jornadas.

 

Respuesta del Infiltrado: Que en Barcelona den el título de Liga por ganado es lo mejor que le puede pasar al Madrid. Así disfrutaremos más cuando las ilusiones culés sean las que se desvanezcan con el paso del tiempo. Es la primera vez que vemos un campeón de Liga en septiembre... Este año parece ser que habrá dos campeones, pero el que cuenta es el de mayo. Y será blanco.

 


5. Al Barcelona no se le puede igualar, se le puede ganar.

 

Hace un mes, el Barça perdía 2-0 en el Bernabéu con diez. Tito recompuso rápidamente al equipo, pero no para evitar un daño mayor sino para darle la vuelta a la Supercopa, objetivo que a punto estuvo de conseguir. Aún en superioridad, el Madrid quedó reducido al miedo y a la contención, asombrado por el pavor escénico y futbolístico de un Messi cabreado y un Barça fortísimo de mentalidad. Al final, 2-1 y una ocasión de Leo con la que Casillas aún se despierta de madrugada sudoroso y angustiado. Anoche, con el 1-2, Mancini envió a sus tropas al ataque como si, emulando al Barça de Tito -desde luego con toda la audaz esencia y el convencimiento ofensivo heredado de Guardiola-, su City pudiera compararse. ¡Mancini, hijo! Al Barça se le puede admirar y hasta imitar, pero nunca igualar. 

 

Respuesta del Infiltrado:  La humildad culé sigue apareciendo por doquier en boca de su prensa. En Barcelona son tan 'humildes' que comparan el planteamiento táctico de Tito Vilanova en la Supercopa perdiendo por 2-0 con el de Mancini en el Bernabéu ganando por 1-2 en un partido de liguilla... De hecho, incluso se imaginan a Casillas "angustiado" por aquel tiro de Messi que se marchó a diez metros de la portería. Aunque más lejos está aún el título de Supercopa de las vitrinas culés. Para que luego digan que no se puede igualar al Barcelona. Claro que no, incluso se le puede ganar. ¿Repetimos?