La Federación alemana apoya a los clubes negando que deban liberar jugadores





La Federación Alemana de Fútbol (DFB) y la Liga Alemana (DFL) respaldaron hoy a los clubes en el contencioso por la liberación de sus jugadores para los Juegos Olímpicos de Pekín, y dijo que contrariamente a lo que dice la FIFA no existe tal obligación.

"Aconsejamos a los clubes, en caso de que no se atiendan sus intervenciones por las selecciones nacionales o la comisión de la FIFA, que recurran directamente al Tribunal de Arbitraje Deportivo, (TAS)", apuntan ambos gremios en un comunicado conjunto.

La DFB y la DFL respondieron así al pronunciamiento del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, de que los clubes con jugadores menores de 23 años tienen la obligación de liberarlos para que acudan a los Juegos Olímpicos de Pekín, ya que de no hacerlo "podría interpretarse como un atentado al espíritu olímpico".

Tanto Werder Bremen como Schalke han anunciado que recurrirán al TAS, después de que sus respectivos jugadores brasileños Diego y Rafinha, ambos de 22 años, desoyeran su prohibición de ir a Pekín y abandonaran las concentraciones de esos equipos.

La postura de los conjuntos de la Bundesliga. cuenta además con el respaldo de la Asociación de Clubes de Europa (ECA), que asimismo ha apoyado al FC Barcelona en su contencioso con el FC Barcelona.

A solo 15 días del comienzo de los Juegos Olímpicos, son muchos los clubes que se han negado a ceder a sus jugadores en una época en la que la mayoría están realizando la pretemporada y fase de preparación hasta el inicio de las respectivas ligas.

La temporada de la Bundesliga empieza el 15 de agosto, cuando teóricamente tanto Diego como Rafinha podrían estar aún disputando el torneo olímpico de fútbol.

Diego abandonó ayer la concentración y tomó un avión hacia París para reunirse con su selección, mientras que Rafinha simplemente no compareció a la del Schalke.

El popular diario "Bild" recoge hoy una fotografía de Rafinha, mostrando desafiante el "dedo pestilente" desde el interior de su Porsche, después de dejar plantado al Schalke en dirección a París.