Los supositorios culés de la semana

El Infiltrado trae las barbaridades que se dicen del Madrid en medios catalanes





1. Las responsabilidades de Mourinho

 

 

Mourinho suele culpar a los árbitros y jugadores de las derrotas del Real Madrid. Sería bueno que en algún caso, alguna vez, se hiciera exclusivamente responsable de los malos momentos de su equipo, que de los buenos ya se encarga él de subirlos a su marcador particular. Jordi Roura lleva con gran dignidad el relevo temporal de Tito Vilanova. No ha perdido un solo encuentro y las críticas que en la noche del domingo asomaron en algunos espacios emblemáticos de reflexiones sobre el fútbol las encontré innecesarias y desmesuradas teniendo en cuenta que Tito está en Nueva York luchando para regresar a la normalidad cuanto antes. Es una opinión.


 

Respuesta del Infiltrado:  Eso no es cierto. Mourinho siempre reparte las responsabilidades. Si cree que los jugadores merecen una crítica pública la hace con el objetivo de que espabilen. Y si considera oportuno que hay que felicitarles, también lo hace. El portugués no se muerde la lengua y siempre es justo. El problema está en que la prensa siempre lo culpa de todo, tanto de lo que hace bien como de lo que hace mal. Por eso, tras el partido de Granada, comentó que "si el equipo gana es autogestión, si pierde es culpa mía". Es evidente que el Madrid tiene un problema de motivación en la Liga y eso se demostró tras empatar en un partidazo ante el Barça. Tres días después parecía otro equipo. ¿Eso es culpa de Mourinho o de los jugadores, que no rindieron de la misma manera?


2. Ni idea de fútbol

 

Cualquiera que despliegue el póster del mejor once del año, apadrinado por la FIFA en su última gala en Zurich, le verá. En la fila inferior, escondido tras su traje oscuro y luciendo pajarita, como Messi y Falcao. A su lado, dos monstruos de verdad: Xavi y Iniesta. Y él, ahí, sin rubor alguno, metiendo el pie - un mecanismo que domina como nadie - entre los mejores talentos del deporte rey. Se desconoce, a estas alturas, si Xabi Alonso abonó una cuota por obtener un hueco en esa foto. Si no lo hizo, debería hacerlo. Fue un desplante al fútbol. Dos ultrajes en uno. Lo fue que estuviera Alonso y lo fue, por supuesto, que Sergio Busquets lo viera desde su casa. Sobredimensionado por quienes, aún hoy, no han digerido del todo que las dos patas de la mejor selección de la historia se llamen Xavi e Iniesta, Alonso arrastra, desde su aterrizaje en Madrid, cartel de crack mundial. Tanto es así que se llegó a discutir, no hace demasiado, la titularidad de Busquets en la 'Roja' porqu e, según algunos, “estorbaba a Alonso”. De lo que no cabe duda es que en el Barça, el pelirrojo mediocentro no estorbaría a nadie. Sencillamente, no sería titular.

 

Respuesta del Infiltrado: En los últimos días está de moda criticar a Xabi Alonso en el barcelonismo. Debe ser que no les ha gustado que el vasco pusiera en su sitio a Messi en el Clásico copero. El madridista es un hombre que no se amedrenta y que contestó a las provocaciones del argentino, pero por lo visto no le ha sentado bien a algunos culés. Aunque una cosa es criticarle por ello y otra muy distinta minusvalorarle como futbolista. Decir que no se merecía estar entre los primeros puestos para el Balón de Oro es, simplemente, no tener ni idea de fútbol. Quizás no sea el mejor en su posición, pero es el centrocampista más completo del planeta. Organiza, roba, asiste, trabaja. Un multiusos, un futbolista básico en la selección española que merece un respeto solo por su impresionante palmarés. Por eso, artículos como estos solo sirven para dejar en ridículo al que los escribe.


3. Particularizar un problema de todos

 

Hace sólo unos días de las denuncias por racismo de Alves en el Bernabéu y aquellas quejas parece que no existieron: fueron consideradas por el sector mediático más cerril del madridismo como una provocación ante el Clásico de vuelta. Los lamentos de Dani, asumiendo que este es un tema perdido fueron decepcionantes, una queja que nadie recogió.

A Alves le menospreciaron por ser sincero, algo que no se admite porque se trata de uno de los demonios azulgrana de las pesadillas merengues. Nadie ha recogido el guante. Ni los árbitros, ni la FEF, ni el Madrid, claro, ni ningún estamento oficial. Desde los crispados 'tribunales' nocturnos se contestó que en España no había racismo. Una cuestión de cuatro indeseables y poco más. Que eso ocurre en todos lados.

 

Respuesta del Infiltrado: Está muy bien hacerse el adalid de la lucha con el racismo, pero si solo se hace cuando el acusado es el Real Madrid es algo que mosquea. El club que esté libre de pecado que tire la primera piedra, pues este es tristemente un problema que afecta a prácticamente todo el fútbol español. Generalizar con el Real Madrid porque un puñado de sus aficionados hicieran estos lamentables ruidos no es hacer justicia. En un campo como el Bernabéu hay 85.000 personas y solo por hacerlo ya unos pocos no se puede demonizar a toda una afición. Por tanto, flaco favor se le hace a este problema acusando solo al club blanco. El día en que los periodistas y aficionados se den cuenta de que es un problema de todos, quizás empieza a solucionarse.


4. El Madrid, culpable de la actitud de Messi

 

Perder en Granada -perder donde sea- es la razón que se autoimpone Mourinho para hablar en la sala de prensa y es para volver a repetir el soniquete de las desventajas del calendario. Por no hablar de párkings, bobos, y esposas asustadas. Conviene e interesa más hablar de lo que no se ve. Porque lo que se ve es bastante peor y les deja en desventaja. Yo abro los ojos, miro el partido del miércoles de Copa, y veo los cachetitos de Xabi Alonso y Arbeloa y las entradas de Carvalho

 

Respuesta del Infiltrado: Muchos culés no entienden que el lamentable comportamiento de Messi en el último Clásico solo es culpa suya, no de quien le acusa. Los hechos y la realidad son claros: el argentino tuvo una actitud vergonzosa para el, supuestamente, uno de los mejores jugadores del mundo. Provocó, escupió cerca del banquillo y se encaró con Arbeloa al final del partido en el parking. Y de todo ello no tiene la culpa el madridismo. Lo hizo y merece una crítica. Lo que pasa es que para el barcelonismo el argentino debe ser tratado como un 'santo' y no se le puede acusar de nada. Como es tan bueno, pues hay que perdonarle todo. Pero en Madrid no están 'abducidos' por el 10 y cuentan lo que hay: que su comportamiento fue realmente patético.


5.  Otra vez apoderándose de la selección

 

 

 

El juego de España es una derivación natural del fútbol que desplega el Barça. Y quienes no son azulgranas, bajo la batuta de Del Bosque, comprueban qué se siente cuando se juega bajo esos parámetros, algo que no pueden hacer en sus clubs.

El seleccionador nacional, que ayer igualó al mítico Kubala con más partidos en el banquillo, lleva años poniendo en práctica una máxima: haz aquellos que tus jugadores saben hacer. Antaño España era la furia, la entrega. Hoy, la selección es toque, combinación, paredes, posesión. Es decir, Barça...

 

Respuesta del Infiltrado: Cada vez que juega la selección vuelve a sonar la misma cantinela: que si España tiene el sello culé, que si el juego de toque... Es lógico que haya similitudes entre los dos equipos, más que nada porque el Barcelona se ha dedicado en los últimos años a fichar jugadores internacionales por España a golpe de talonario: Villa, Cesc o Alba son buenos ejemplos de ello. Más allá de otros hombres de la casa como Puyol, Iniesta o Xavi, el club catalán ha 'comprado' a medio combinado español, por lo que es lógico que su fútbol sea similar, pues comparten varios jugadores. Ahora, lo de apropiarse sus logros ya es otro cantar. España ganó la Eurocopa de 2008 con solo tres culés. Luego llegaron los fichajes, así que no se les olvide que la raíz del éxito no es precisamente azulgrana.