Comienza la Bundesliga

Arriesgado proyecto del Bayern para revalidar el título





Hoy comienza a rodar la pelota en Alemania, arranca la Bundesliga, primera liga potente del continente en empezar (junto a la "Premier" que arranca mañana). El torneo alemán comienza con el Bayern de Múnich como el favorito de siempre en el primer año de la era del nuevo entrenador Jürgen Klinsmann, que ya ha empezado a revolver las estructuras del campeón alemán en un proyecto arriesgado.

Entre las nuevas caras de la Bundesliga en esta temporada hay algunos sudamericanos como el peruano Jefferson Farfan, esperanza goleadora del Schalke, que no podrá comenzar la Liga por una lesión que le mantendrá alejado de los terrenos de juego cerca de un mes; o el meta colombiano Farid Mondragón, que ascendió a primera con el Colonia.

Klinsmann está condenado al éxito no sólo porque eso le pasa siempre a los entrenadores del Bayern sino, además, porque sus decisiones heterodoxas pueden volverse pronto en su contra si los títulos no llegan.

La primera decisión fue la de construir un centro de alto rendimiento y de involucrar a un equipo de especialistas con el propósito de, como lo ha dicho, lograr que cada jugador de la plantilla sea cada día un poco mejor.

El presidente del Consejo Directivo del Bayern, Karlheinz Rummenigge, ha elogiado el centro de alto rendimiento pero al hacerlo también agregó una presión adicional sobre Klinsmann al señalar que había costado mucho dinero y que con la inversión hecha se hubiera podido financiar un buen fichaje.

Y los fichajes para esta temporada han sido escasos, lo que muchas veces es un mal presagio. El único digno de mención es el del centrocampista internacional Tim Borowski, procedente del Werder Bremen, que tendrá que luchar mucho para ganarse la titularidad.

La pretemporada del Bayern no ha sido ideal y el debut en la Copa de Alemania, que se selló con un 4-3 ante el Rot Weiss Erfurt, un tercera división, fue aparatoso. La explicación ha sido el que muchos internacionales llegaron tarde debido a sus compromisos en la Eurocopa.

Ello le da algunas esperanzas a los competidores del Bayern que en la temporada pasada no tuvieron un papel distinto al del hacerle un paseíllo de honor a los bávaros en su camino hacia el título.

RESTO DE ASPIRANTES

Los equipos que podrían poner en peligro al Bayern son los sospechosos de costumbre. El primero de ellos es el Werder Bremen que viene mostrando una continuidad que lo ha convertido en participante habitual en la Liga de Campeones.

Para las primera jornadas, sin embargo, el Bremen tienen un hándicap que es la ausencia de su jugador más importante, el brasileño Diego, que está disputando el torneo olímpico con su selección. A eso se agrega además una lesión de rodilla del defensa Per Mertesacker, que será baja durante varias semanas.

El Schalke, con Farfán, también vuelve a aparecer como posible candidato.

Cualquier campeón que se saliera de esos tres equipos tendría que ser visto como una sorpresa. El Hamburgo, tras haber perdido al holandés Rafael Van der Vaart, es, pese a una buena pretemporada, una incógnita y el Stuttgart -que tiene como nuevo atractivo a Jens Lehmann en la portería- ya mostró en la temporada pasada que su título de 2006 fue algo único difícil de repetir en las mismas condiciones.

Entre los tres equipos recién ascendidos hay dos clubes de gran tradición, el Borussia Monchengladbach y el Colonia, y un equipo que no tiene más que una historia reciente: el Hoffenheim.

El Borussia Monchengladbach, que tiene como gran estrella a Marco Marin, y el Colonia fueron en el pasado dos de los grandes de Alemania pero en los años noventa entraron en una decadencia que los llevó a convertirse en equipos que viven entre una y otra liga.

El Colonia vuelve a primera con Christoph Daum en el banquillo, un entrenador que dirigió al equipo en mejores épocas y del que se espera mucho, mientras que el Gladbach apuesta a la renovación con una serie de jugadores jóvenes, encabezados por Marin.

El Hoffenheim es un invento de un millonario, Dietmar Hopp, que a punta de talonario ha ido llevando a un equipo de pueblo desde las categorías inferiores hasta la máxima categoría del fútbol alemán, a la que llega un año antes de lo inicialmente programado