La asamblea permite a Laporta seguir como presidente





Joan Laporta agotará su mandato como presidente del FC Barcelona después de lograr el respaldo del 52,7 por ciento de los compromisarios representados en la asamblea general ordinaria que se está celebrando esta tarde en el Palau Blaugrana.

Mes y medio después de que 23.870 socios votaran en contra de su continuidad al frente de la entidad en un moción de censura, a Laporta le bastó el voto favorable de 526 socios compromisarios para mantenerse en el cargo hasta junio de 2010.

Otros 376 socios (37,7 por ciento) votaron hoy en contra de la del presidente, mientras que 40 compromisarios más (el 4 por ciento) lo hicieron en blanco.

De los 4.171 compromisarios convocados, sólo estuvieron representados en la asamblea 998 (931 de ellos presentes en el Palau y 67 más que decidieron delegar su voto). Es decir, un escaso 24 por ciento.

Sin embargo, y al contrario que en la moción de censura del pasado 6 de julio, en la que debía votar al menos un 10 por ciento de la masa social, esta vez no se contemplaba un "quorum mínimo" para que la votación fuese válida.

FÓRMULA NO ESTATUTARIA

De hecho, la fórmula utilizada por Laporta para reforzar la legitimidad de su continuidad en el cargo -una especie de cuestión de confianza- no está prevista en los estatutos, ya que la asamblea no puede forzar la dimisión de ningún presidente a través de votaciones que sean vinculantes.

Antes de someter su cargo a disposición de la asamblea, Joan Laporta articuló un discurso en el que dibujó un futuro esplendoroso de la entidad e hizo un llamamiento a la "madurez institucional" para defender que "los mandatos deben agotarse".

Laporta sacó pecho por la gestión que han hecho él y su equipo en los últimos cinco años. "Tenemos un Barça económica y socialmente fuerte, hemos logrado que sea el club con más socios del mundo y durante nuestro mandato se ha convertido en el club solidario del mundo", ha destacado.

El presidente barcelonista, que utilizó mayoritariamente la primera persona del plural, admitió "haber cometido errores", pero matizó que en el ánimo de la junta directiva siempre ha estado "corregirlos y reaccionar" y que eso es precisamente lo que se ha hecho ahora en la parcela deportiva que corresponde al primer equipo de fútbol, tras dos años sin títulos.

"Hemos cambiado de entrenador (se rescindió el contrato de Frank Rijkaard), una decisión que siempre es difícil, pero hemos garantizado la continuidad del modelo, del buen fútbol, con la contratación de Josep Guardiola", ha explicado.

JUSTIFICÓ NO DIMITIR

Laporta ha justificado su decisión de no dimitir hace 49 días, cuando un 60,6% de los socios que participaron en la moción de censura votaron a favor de la misma (para forzar la convocatoria de elecciones hubiese sido necesario el 66,6 de los sufragios), en que debía ejercer "su sentido de la responsabilidad".

"Pensé que no era el momento de dimitir, justo cuando se renuevan las plantillas, y que no era conveniente que el Barça se quedase sin presidente a principio de temporada e iniciar una espiral de procesos electorales", ha argumentado el máximo dirigente de la entidad azulgrana, quien advirtió que "un club débil e inestable sólo beneficia a nuestros rivales".

Joan Laporta acabó su intervención pidiendo el respaldo de la asamblea "para que el club siga creciendo", ya que está convencido de que "lo mejor aún está por llegar". Sus palabras arrancaron los aplausos de bastantes de los asistentes, que instantes después le dieron mayoritariamente su apoyo.

Muchos de estos socios abandonaron el Palau Blaugrana tras esta votación, aunque la asamblea justo acababa de llegar al ecuador. Sin embargo, el resto de puntos del orden del día resultaban ya intrascendentes.