Kenyon, buen negociador, mal gestor





Peter Kenyon estaba llamado a ser el cerebro que la mano ejecutora de los dólares de Abramovich necesitaba. No en vano, no se trata de un director deportivo cualquiera, sino que es un alto ejecutivo que cobra más que la mayoría de jugadores del Chelsea, 7 millones de euros por temporada.

Pero, aún así, Kenyon ha metido la pata en numerosas operaciones. Kenyon suele comprar a precios elevados y el Chelsea acaba regalando a muchos de sus jugadores. La compra de Shevchenko es la mejor prueba de ello: 38 millones y no ha sido titular indiscutible nunca. El ucraniano ha acabado por ser cedido al Milan, donde desarrolló su mejor fútbol.

Otro caso flagrante fue la compra del recién traspasado Shaun Wright-Phillips al Manchester City. El jamaicano le costó 26 millones al Chelsea y lo acaba de vender por 11, todo un negocio.

Y el bueno de Kenyon ha asegurado en ambos casos que "no puedo dar una lección de contabilidad, pero son traspasos que significan un negocio para el club", lo que demuestra que definitivamente necesita una calculadora.

En el caso Robinho el Madrid tenía una buena oportunidad para sacar tajada de los millones de Abramovic. El acuerdo se podría haber cerrado por una cantidad cercana a los 36 millones de euros, pero visto lo visto con Kenyon, el club blanco todavía podría haber apretado más las tuercas de los blues y conseguir una mejor venta por el brasileño.


Algunas compras y ventas de Kenyon:


Compró a

Tiago por 11 millones

Del Horno por 11 millones

Wright-Phillips por 26 millones

Boularouz por 11 millones

Maluda por 20 millones

Shavchenko por 38 millones

Vendió a

Verón al Manchester United por 35 millones

Forlán al Manchester United por 11.5 millones

Smith al Manchester United por 11 millones

Kleberson al Manchester United por 9 millones

Djemba-Djemba al Manchester United por 5 millones

Saha al Manchester United por 18 millones

Wright-Phillips al Manchester City por 11 millones