Con CR7 nunca se sabe, pero la lógica médica en este caso invita a pensar que el Real Madrid se tendrá que jugar el primer título de la temporada sin el Balón de Oro y máximo referente goleador del equipo. ¿Qué puede pasar ante esta situación? Yo contemplo dos opciones. La primera, y la que menos le gustaría al madridismo, es la de bajar la cabeza, dar por favorito al rival e ir a disputar el partido con ese aire de ‘a ver qué pasa’. La segunda, la que tendría que tener todo madridista (aficionado y jugador) bien perpetrada en su piel, es la de afán de superación. Es decir, si no juega el mejor jugador del equipo, el resto del plantel tiene que unirse y funcionar más que nunca como un bloque.
Es evidente que sin Cristiano Ronaldo el Real Madrid pierde potencial ofensivo. Negarlo sería faltar a la verdad, pues no hay un jugador como él en el planeta. Sin embargo, hay otros jugadores que deben hacerse con galones en este tipo de partidos. Fundamentalmente miro a dos, a Gareth Bale y a Karim Benzema. Ya sabemos que el primero de ellos rendirá todavía mejor el próximo año, con una pretemporada acorde y una mayor y mejor aclimatación al equipo, pero es un súper clase. Y a los cracks hay que exigirles en los momentos importantes, véase esta final de Copa en la que presumiblemente no estará Cristiano. Con Benzema pasa algo parecido con la gran excepción de que no es un recién llegado. Ambos suelen vivir ‘a la sombra’ del portugués, y ahora tienen que demostrar que también son capaces de capitanear el barco.
Y es que tanto Karim como Gareth pienso que necesitan una grandísima actuación en un grandísimo partido. Lo necesitan ellos y lo necesita también el Real Madrid, que debe tener muy claro que aunque no cuente con su estrella, nada de bajar la cabeza o darse por derrotado de ante mano. Eso sólo lo hacen los perdedores y en este club esas cosas no se llevan.
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