Jamás me habría imaginado que se terminara de esta forma el idilio entre el Real Madrid y Xabi Alonso. Después del culebrón por su renovación, esperaba que las cosas terminaran de otra forma. Podrían haber terminado este mismo verano, pero de otra manera. No con Xabi dejando al Real Madrid con una mano delante y otra detrás, después de haber cedido a Casemiro, traspasado a Di María y con Khedira sin dar muestras de pretender ampliar su contrato.
Xabi tendría que haber pedido su salida a principio de verano, si es que no hay razones ocultas detrás de su precipitado adiós al Real Madrid, cosa que no tengo clara. En cualquiera de los casos, el donostiarra le ha hecho el lío al club, que se encuentra ahora con la necesidad imperiosa de fichar un centrocampista, sin poder poner las maletas en la puerta a Khedira y con la operación para traer un '9' sin culminar. Es decir, que el Real Madrid ha pasado de tener una plantilla cerrada a tenerla abierta de par en par a menos de 72 horas para que se cierre el mercado. Y mucho ojo con Arbeloa...
No entiendo que una cosa así pueda pasar en un club como el Real Madrid, que no haya habido previsión para tener todo atado a estas alturas del verano. Confío en que en estos dos días Florentino Pérez logre consolarnos con algún fichaje de primer nivel para olvidar los dos golpes consecutivos recibidos. A mi modo de ver, al Real Madrid le faltan como mínimo dos fichajes, un medio y un '9', para poder tener una plantilla que aspire a todo. Si no puede ser ahora, siempre se puede recurrir al mercado invernal. Pero, como decía Toshack, "si fichamos en invierno es que algo hicimos mal en agosto".
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