Las dos Supercopas y las dos primeras jornadas de Liga demostraron que queda mucho por mejorar; ya sin Xabi Alonso y sin Ángel Di María, a Ancelotti le toca trabajar para encontrar el equilibrio que tanto costó averiguar la pasada temporada. El inicio de esta campaña está siendo muy similar al de la pasada: mal estado físico, problemas a la hora de encontrar solidez en el centro del campo, despistes defensivos. Nada que no tenga solución a estas alturas de la película.
A los agoreros habría que recordarles lo que pasó en el curso 2013-2014; hasta bien entrado el mes de Noviembre, el equipo no tuvo fluidez, se dejó puntos en estadios considerados como asequibles y su juego distó mucho del esperado. Recuerden la agonística victoria en el campo del Levante, o ante el Elche, o la derrota ante el Atlético, o el mal partido en el Camp Nou. Esta temporada ha comenzado de la misma manera, con muchas dudas.
Nada que no tenga solución. Se han ido Xabi Alonso y Di María, es cierto, pero han llegado James y Kroos. Como todos los nuevos fichajes, pese a que estamos hablando de grandes cracks, necesitan tiempo para adaptarse. A James no se le puede pedir que haga de Di María, simplemente porque su fútbol no se parece en nada. Y de Kroos, todos conocemos su tremenda calidad, pero aún le queda tiempo para aprender el oficio de mediocentro defensivo.
Con el paso de los partidos, con tiempo y con confianza, Ancelotti volverá a armar un equipo campeón. ¿Plantilla corta? La misma que la pasada temporada. Solamente el puesto de Casemiro se ha quedado sin cubrir. Hace un año, a estas alturas, el madridismo tampoco creía en el proyecto Ancelotti. Y todo terminó en la mayor fiesta de la última década. Confianza. Esa es la única manera de llegar muy lejos esta temporada y de regresar a Cibeles allá por el mes de Mayo.
DEJA TU COMENTARIO