El italiano varió un tanto el sistema; dejó a un lado el doble pivote en paralelo entre Modric y Kroos y apostó por un sistema en triángulo en la medular que permitió ocupar mejor los espacios al equipo madridista. Kroos actuó como mediocentro defensivo, mientras que Modric y James hicieron de interiores. El colombiano tuvo libertad total, apareció por todos los frentes y su compromiso defensivo fue realmente magnífico.
El Madrid mejoró, bien es cierto que ante un rival un tanto flojo, pero por momentos, se vieron bocetos de lo que espera el madridismo esta temporada. Cristiano Ronaldo y Bale intercambiaron posiciones constantemente y Benzema se hinchó a descolgarse, a tirar paredes y a hacer lo que más le gusta, pasar. Tanto disfrutó que incluso marcó un golazo tras espectacular jugada con Ronaldo.
Ancelotti sigue dándole vueltas al mejor sistema y más que el dibujo, el éxito o el fracaso quedará ‘marcado' por la actitud y el compromiso de los de arriba; ante el Basilea, James dio un paso al frente en ese sentido; se le vio más implicado que nunca, como sabiendo que si en el Madrid "no corres", tarde o temprano irás al banquillo. James corrió, tapó y recuperó hasta seis balones. Sin embargo, a la ‘BBC' le costó replegar, seguramente por cuestión de físico, y por ahí, el equilibrio se resquebrajó en ocasiones.
Ha llegado la hora de mirar hacia el futuro, de olvidar a los que ya no están-entre otras cosas porque no sirve para nada- y, ante todo, ha llegado el momento de ser optimistas. Con actitud y compromiso, llegarán los éxitos, porque la calidad no hay duda que no falta. James dio ejemplo de actitud. Así, si es la manera de ganarse al madridismo. Este Real Madrid está condenado a crecer y a triunfar....
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