El equilibrio, la famosa palabra que tanto empleó Ancelotti el pasado curso se obtiene poniendo cuántos más centrocampistas mejor en el once inicial. Ante un Barcelona que dispondrá de hasta 4 ‘pequeños' en el Bernabéu, parece más necesaria que nunca la presencia de hombres como Isco o James Rodríguez. Como ocurrió en la pasada final de Copa o en la eliminatoria de Champions contra el Bayern, el Real Madrid debería rearmarse a través del centro del campo.
Con el colombiano entre líneas y la presencia de Isco en la medular, el Real Madrid tiene mayor salida de pelota, mayor capacidad de asociación y, ni mucho menos, pierde poder ofensivo. Quizás, Ancelotti se vea obligado a hacerlo por la lesión de Bale tal y cómo ocurrió el pasado año con la ausencia de Cristiano Ronaldo en la final de Mestalla.
Las goleadas ante rivales de menor entidad no deben llevar a engaño; resultaría demasiado arriesgado jugar con un sistema 4-3-3 ante un Barcelona que aprovecha con gran eficacia los espacios entre líneas. La presencia de un hombre insertado entre los dos centrales y cuya única misión, además de iniciar, sea la de ayudar a la zaga, se presenta clave para este sábado.
Llámenle Asier Illarramendi o una versión más defensiva de Toni Kroos, el Real Madrid necesitará un centrocampista que maneje el oficio a la perfección. Pero para ello, Ancelotti deberá deshacer la ‘BBC' y continuar apostando por Isco y James Rodríguez. ¿Lo hará? O ¿seguirá apostando por el vértigo y la carrera? Haga lo que haga, no hay duda que el Real Madrid será ultra competitivo...
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