No se puede concebir que existan personas que critiquen a Bale simplemente por el hecho de ser Bale. Que no estamos hablando de un jugador de Tercera División que ha aparecido en el Bernabéu por arte de magia, aunque parezca en ocasiones por lo que dicen unos y otros que así sea.
Para los desmemoriados decir que Bale fue el mejor jugador de la Premier League de hace dos temporadas, que la pasada campaña, sin pretemporada y sin conocer a sus compañeros, se fue a unos números sobresalientes tanto en la faceta de goles como en la de asistencias. Cifras que también le estaban respetando esta campaña hasta que se lesionó. Por tanto, no se puede permitir que alguien critique a Bale más allá del gusto personal de cada uno.
Eso sí, aquí la única verdad absoluta al respecto la va a tener Carlo Ancelotti, el entrenador del Real Madrid. Primero, porque cobra por eso. Y segundo, porque bajo su criterio al club blanco parece que no le ha ido nada mal: Copa del Rey, Champions, Supercopa de Europa y primer puesto en la actual Liga.
Por tanto, yo no compraría jamás ese boleto que algunos pretenden hacer suyo de que Bale e Isco son incompatibles, que si uno juega el otro no. E incluyo a James en la ecuación. Seguramente, alguno no ha dormido muy bien en las últimas horas después de escuchar a Ancelotti decir que está pensando en poner a Isco en las posiciones en las que se mueven Kroos y Modric. ¡No vaya a ser que al final Isco, Bale y James sean titulares un día en el mismo partido y a alguno le dé algo!
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