Cuando la persona eclipsa al entrenador

"Al italiano le está gustando tanto su descubrimiento que puede terminar por 'cargárselo'. Y todo por no querer - o no saber - aplicar nuevas soluciones para el equipo en partidos puntuales"


cuandonohaya

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Digo que 'Carletto' me recuerda al salmantino porque es raro escuchar a un jugador de los que ha entrenado que hable mal de él. El secreto de su éxito en su primer año en el Madrid ha sido básicamente reconstruir el vestuario tras el legado dejado por Mourinho. Hace un par de años muchos se atrevieron a decir que tras el paso del portugués no iba a crecer ni la hierba en el club por un tiempo, como si se tratase del Atila del fútbol. Pero nada más lejos de la realidad, pues hubo dos aspectos claves: uno, el de Setúbal dejó hecha y cimentada la estructura de un equipo joven y ganador; y dos, Ancelotti fue el mejor 'míster' posible para volver a cohesionar anímicamente un vestuario que había acabado dinamitado tras la temporada 2012/13.

Antes que entrenador Ancelotti ha resultado ser una buena persona. Y eso en ocasiones es suficiente para que la mejor plantilla del mundo tenga la estabilidad necesaria para encontrarse cómoda y pueda rendir a su máximo nivel. Sin embargo y como todo en la vida, el exceso tampoco es positivo y este entrenador abusa en ocasiones de un cierto 'buenismo', como a la hora de hacer las alineaciones. Sólo así se puede entender que un partido tras otro siga empeñado en mantener el mismo once fijo, sea cual sea la entidad del rival. La temporada pasada el equipo ya acabó pagando el cansancio y se vio obligado a 'tirar' la Liga para llegar decentemente a la final de la Champions. Y esta temporada ha vuelto a tener que elegir y descartar la Copa del Rey para poder ir a por Liga y Copa de Europa con opciones de ganar ambas.

Estamos hablando del Real Madrid. No se trata de un equipo más, pues su deber es ganar todo. Hasta ahora nunca ha logrado el triplete - Liga, Copa y Champions - y este año tampoco se conseguirá, a pesar de tener posiblemente la mejor plantilla de su historia. Por eso duele que año tras año toque elegir y poner en un segundo plano alguna de las otras tres para aspirar verdaderamente a ganar algo. En esta ocasión había equipo para intentar la hazaña y al final no ha podido ser porque los jugadores han llegado bastante 'fundidos' al tramo de partidos de enero. Lo cual, por otra parte, es responsabilidad del entrenador, a quien parece que le cuesta mucho sentar a las estrellas del equipo aunque el rival sea teóricamente asequible.

No dudo que una vez que regrese Modric y los teóricos titulares recuperen su pico de forma el Madrid volverá a jugar bien, a ganar y a aspirar a la Liga y a la Champions. Pero el entrenador no puede vivir permanentemente 'casado' con un once y con un planteamiento táctico. Bien es cierto que Ancelotti ha dado con la tecla logrando encajar a jugadores como James, Kroos o Isco en el centro del campo; pero también es verdad que su pecado empieza a ser su empecinamiento en mantener este planteamiento contra viento y marea. Hay vida más allá del once tipo y no se puede aspirar a todo teniendo prácticamente olvidados a jugadores como Varane, Illarramendi, Khedira, Jesé o Chicharito. Ellos también forman parte de la plantilla y no utilizarlos puede acabar costándole caro al Madrid.


Así pues, es inevitable que tenga la sensación de que el Real Madrid está empeñado ahora mismo en afrontar la temporada sólo con la fórmula que le ha llevado a lograr el récord de 22 victorias consecutivas. Como la misma ha funcionado de maravilla durante dos meses toca estirarla como un 'chicle' para ver hasta donde llega. Pero es de sobra conocido que todo se 'gasta' tras un uso continuado. No se puede negar el mérito de Ancelotti de haber encontrado el camino del buen juego y de las victorias, pero al italiano le está gustando tanto su descubrimiento que puede terminar por 'cargárselo'. Y todo por no querer - o no saber - aplicar nuevas soluciones para el equipo en partidos puntuales. El fútbol también es adaptarse y saber tener 'cintura' para idear cosas nuevas. Justo un aspecto donde a 'Carletto' no se le ve suelto, quizá por no alterar el ecosistema de las ambiciones y los egos del vestuario. Y cuando esto pasa es cuando el entrenador empieza a correr el riesgo de ser eclipsado por la persona, exactamente lo mismo que ha caracterizado la carrera de Vicente del Bosque