¿Y cuando vuelva Modric?

"Lucas Silva, Isco, James, Khedira, Illarramendi y Modric. Seis hombres para dos puestos en un supuesto once habitual y con la enfermería vacía. Sobra decir que las tres posiciones más ofensivas están reservadas, salvo lesión o sanción."





Con la incorporación de Lucas Silva y la no marcha de Asier Illarramendi, el técnico del Real Madrid habrá resuelto el problema de escasez de efectivos en torno a la galleta central, pero podría haberse generado uno nuevo y opuesto, la sobrepoblación en esa parcela de centro del campo en la que, teóricamente, solo hay hueco para tres.

Contando con que uno es para Tony Kroos, nos quedan dos plazas para seis futbolistas, obviando tristemente a Medrán, que parece se queda sin hueco en la primera plantilla y estará más a menudo junto a su maestro Zidane. Es más, recuperado completamente, Modric ocupará su sitio junto a Kroos, pero hasta entonces habrá que repartir.

Lucas Silva, Isco, James, Khedira, Illarramendi y Modric. Seis hombres para dos puestos en un supuesto once habitual y con la enfermería vacía. Sobra decir que las tres posiciones más ofensivas están reservadas, salvo lesión o sanción.

Otra cosa son las rotaciones. Claro es que en eso consisten los último movimientos de mercados del Madrid, tanto por la entrada de Lucas Silva, como el mantenimiento de Illarra bajo las órdenes de Carletto, pero con la ausencia de partidos de Copa del Rey -si bien es verdad que solo quedarían 3 partidos como mucho si siguiesen en competición- le quita al italiano esa excusa para rotar forzosamente.


Con ‘solo’ la Champions como competición paralela a la Liga, Ancelotti deberá buscar muy bien los momentos para cada futbolista, porque hombres que se han acostumbrado a jugarlo todo como Isco o James, dejarán de hacerlo, de la misma manera que los que podrían ver con recelo a Lucas Silva, como Illarra o Khedira, pueden no sentirse cómodos, incluso cuando sea su turno de partido.

Todo es cuestión de gestión de vestuarios y Ancelotti es experto en la materia, por lo que, personalmente, no temo que se genere una incómoda situación, pero sí me hace dudar de la adaptación, el ritmo o la confianza de los que menos vayan a jugar, pudiendo generar desequilibrios puntuales en la creación del juego. El rotar va empezar, pero no sabemos cómo.

 

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