El primer paso para solucionar los problemas pasa por reconocerlos

"No creo que pase nada por decir públicamente lo que está viendo todo el mundo. El Madrid está mal físicamente y no se trata de una afirmación hecha a la ligera"


cuandonohaya

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El italiano es poco amigo de las rotaciones, pues prefiere ir a por las victorias con sus mismos 11 hombres de confianza. De hecho, si no fuera por las lesiones probablemente jugaría prácticamente siempre con el equipo teóricamente titular. Hace unos días le preguntaron en sala de prensa si se puede considerar que los tres integrantes de la 'BBC' tienen el puesto asegurado en el equipo en condiciones normales y Ancelotti no dudó ni un solo momento en contestar que sí. Él no tiene dudas de que hay un grupo de elegidos que deben cargar con la responsabilidad en la mayoría de los partidos y otro grupo de jugadores complementarios que están para ayudar y dar un descanso de vez en cuando a los primeros.

Esto tiene sus ventajas, pero también sus desventajas. Entre las primeras está la posibilidad de formar un equipo compacto rápidamente, pues esta temporada el Real Madrid 'ensambló' sus piezas muy rápidamente y a pesar de remodelar casi por completo su centro del campo el equipo no tardó en alcanzar un magnífico nivel de juego. El problema es que los excesos nunca son buenos y repetir una y otra vez el mismo 11 puede acabar desgastándolo. En los últimos meses hombres como Kroos, James, Cristiano Ronaldo, Ramos o Isco han jugado muchísimos minutos, algunos de ellos innecesarios en partidos intrascendentes que se ganaban por goleada en la segunda parte o que no tenían gran validez - como los jugados ante el Basilea y Ludogorets -.

En los últimos días se ha hablado mucho sobre si al equipo le está faltando actitud. Lo mismo se dijo tras la derrota en Anoeta en un partido en el que curiosamente se realizó una primera media hora brillante. Ante la Real el Madrid se llegó a colocar 0-2 para después hundirse estrepitosamente y encajar cuatro goles del tirón. Ese día el equipo mostró dos caras totalmente opuestas con sólo 30 minutos de diferencia, por lo que resulta complicado explicar lo ocurrido aludiendo a falta de entrega o carácter. Más bien la clave del asunto entonces - y ahora - esté en un evidente 'bajón' físico de los jugadores titulares.

Personalmente no me creo que en el Vicente Calderón los jugadores no quisieran jugar o pasaran de hacerlo ante un Atlético más motivador de los últimos 20 años. Antes de ese partido los blancos acumulaban cinco partidos consecutivos sin ganar a los colchoneros, así que no había que seguramente no había que decir mucho para incentivar a los jugadores. Era un partido para dar un golpe en la mesa de la Liga y si el Madrid no lo dio - o al menos no lo intentó - fue porque no pudo, no porque no quisiera. De hecho prefiero pensar que fue así y que la goleada fue por una mera cuestión física, porque si realmente fuera por un tema mental sería para estar mucho más preocupados.


No creo que pase nada por decir públicamente lo que está viendo todo el mundo. El Madrid está mal físicamente y no se trata de una afirmación hecha a la ligera. Hace dos semanas el equipo acabó encerrado el partido ante el Sevilla encerrado en su área. Luego llegó el 'repaso' del Atlético y el mediocre partido ante el Deportivo. Detalles que se suman a la sospechosa plaga de lesiones que sufre el club, especialmente de carácter muscular. Además, el propio Cristiano reconoció tras el partido del Vicente Calderón que el "equipo estaba un poco cansado". Palabras parecidas a las que pronunció Kroos en diciembre pasado, pues entonces el alemán afirmó estar también algo agotado. Es una evidencia que se plasma en el campo y que admiten los jugadores, pero que el entrenador sigue sin reconocer ni con sus palabras ni con sus actuaciones.El Real Madrid de Ancelotti ya ha demostrado que puede jugar como nadie. Esta temporada lo hizo de septiembre a diciembre, mientras la gasolina le duró. Tras ello vino un bajón hasta cierto punto lógico, pues no hay equipo que sea capaz para mantener un nivel máximo de rendimiento durante 10 meses de competición. Ninguno. Se trata de algo asumible y admisible, pero que si no se identifica adecuadamente puede convertirse en un problema. El primer paso para superar un problema es reconocer que se tiene y eso me está faltando en el discurso del entrenador italiano.

Me parece complicado solucionar un problema si antes no se ha reconocido tenerlo. Y Ancelotti públicamente no lo ha hecho, mientras que por su comportamiento tampoco demuestra que esté preocupado. Desde luego no es una actitud tranquilizadora. Aunque no todas las lecturas de la situación son malas, pues al menos queda el consuelo de que las lesiones no han llegado en un momento crítico y que estos períodos de baja obligarán al entrenador a dar un descanso forzado a sus jugadores. Es de esperar que Pepe, Modric, James, Khedira, Ramos vuelvan muy frescos de sus problemas tras sus largas ausencias; lo cual, dentro de lo malo, es algo de agradecer.

Aún queda mucha tela que cortar. Y ni el Barcelona hace un mes y medio era una banda ni el Madrid ahora es un equipo que se hunde. Las rachas son inherentes al fútbol y hay que asumirlas como tal, pero intentando entender las causas que están detrás. No me cabe ninguna duda de que el equipo blanco saldrá de este bache más pronto que tarde y que acabará la temporada luchando por los dos títulos a los que aún aspira. Así que no es momento de encender luces rojas ni de perder la calma, sino de reflexionar. De reconocer, asumir y analizar las causas de la crisis e intentar que en el futuro no se repitan. Y eso, reitero, es lo que no percibo en Ancelotti y lo que me tiene desconcertado.