¿Pero el Real Madrid no estaba en crisis?

"los titulares catastrofistas comenzaron a aflorar y ya se vaticinaba poco menos que el fin del mundo para el Real Madrid"


cuandonohaya

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Hace unas semanas todo iba de maravilla en el Real Madrid, pero de repente los resultados se torcieron y la imagen del equipo sobre el césped no era la mejor. La eliminación en Copa del Rey y la goleada en el derbi se convirtieron en un momento crítico, más aún con la fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo. Entonces los titulares catastrofistas comenzaron a aflorar y ya se vaticinaba poco menos que el fin del mundo para el club blanco.

Casi a la par, el Barcelona comenzó a ganar sus partidos y Messi marcaba goles. Entonces la prensa se encendió y al hundimiento blanco se le unió el ascenso descomunal culé liderado por una ‘Pulga' que era de nuevo el mejor futbolista de todos los tiempos. Pues bien, esos vaticinios le han servido al Barcelona para recortar la friolera de cero puntos al Real Madrid en la clasificación y para que el argentino no ‘huela' el Pichichi.

Muchos soñaban con el hundimiento definitivo del Real Madrid, de Florentino Pérez y de Cristiano Ronaldo. Sin embargo, se van a quedar con las ganas porque ese equipo desastroso y penoso, lleno de enfrentamientos internos en el vestuario y más pendientes de fiestas que de jugar es líder de la Liga. Qué ganas tienen algunos de ver zozobrar al club. Para todos ellos va dedicado el liderato, y también la Copa del Rey de baloncesto. Gracias a todos ellos porque su odio nos hace más grandes... Hasta el Final ¡Vamos Real!Ya lo dijo Kroos, que cualquier equipo estaría deseando tener la crisis del Real Madrid. Y es que si un equipo está en crisis por ser líder de la Liga con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo y con pie y medio en cuartos de final de la Liga de Campeones, yo también firmo estar en esa crisis cada año. Y también firmo que el supuesto mejor equipo de todos los tiempos con el mejor jugador de la historia sea segundo, pierda en casa 0-1 y recurra a dar patadas en la espalda de un rival, como Jordi Alba.