¿No querías el Camp Nou? Dos tazas

"Que van a pitar el himno lo sabe hasta el apuntador, que van a jugar con las equipaciones de la Ikurriña y la Senyera ya les digo yo que es más que probable"





Tanto el Athletic de Bilbao como el Barcelona querían el Santiago Bernabéu como sede de la finalísima. Por traslado y por afluencia del público. Obviamente, por distancia, a los vascos tampoco les importaba desplazarse a Barcelona para jugar el partido como ‘visitante’, siendo este argumento -deportivo- el único justificable para preferir el feudo blanco al blaugrana, si bien no hay consideración del Barcelona como equipo local al ser una final y las entradas se repartirían a la par.

El que sí le dio al tema constantemente fue el presidente del Barcelona. Tras la negativa de hace unos años -con la misma final-, Bartomeu quiso poner en entredicho la ética de Florentino Pérez. Como bien adujo el mandamás del Real Madrid, el club no ofertó su estadio para albergar el partido de Copa. Zanjado. Pero no, Bartomeu siguió ‘erre que erre’.

Primero incitó a los directivos vascos -Urrutia no es presidente hasta nuevas elecciones- a unirse a ellos para presionar al Madrid y pedir por carta a la RFEF que eligiera unilateralmente el santuario blanco como recinto oficial del evento. Tampoco. Y ya para cerrar el colmo de la pesadez, se lo pidió a Florentino en la comida de directivas previas al Clásico. Y claro, eso calentó al representante del Madrid.

No nos engañemos. La excusa principal para la petición del Santiago Bernabéu es más política que deportiva. Que no nos metan en la cabeza lo del aforo y desplazamiento, que para eso ya tienen el Camp Nou y el nuevo San Mamés. Grandes y de los mejores estadios de Europa los dos. Que ambos son equipos politizados desde su núcleo y, más allá de lo importante de la pelota, buscan la enésima reivindicación política. Los clubes y sus aficionados -no todos claro-.


El aspecto deportivo tampoco se queda a la zaga. Qué mejor que levantar un trofeo en casa de tu eterno enemigo… El Madrid no es tonto y ya cayó en el error en la final de 2009 ante el Betis (cuando los aficionados destrozaron las instalaciones del Bernabéu).

Que van a pitar el himno lo sabe hasta el apuntador, que van a jugar con las equipaciones de la Ikurriña y la Senyera ya les digo yo que es más que probable. Y si todo eso lo incluías en la capital de España, contra la que supuestamente van tus idearios como club, pues más claro, agua.

Pues bien, como no hubo Bernabéu, no hubo acuerdo. Y por ello lo decidió la RFEF: Camp Nou. Si Bartomeu no lo quería, pues dos tazas. Y por no tantear otros estadios y cerrar un campo neutral, se van a tener que ‘comer’ un duelo en casa, con mucho más que perder que ganar. El Athletic, como mal menor, satisfechos.

Además, ya tienen el coto privado para los pitos, banderas y reivindicaciones. Eso sí, y aunque no se oiga, quizá lo más doloroso será ponerse de pie -por protocolo- para escuchar el himno. Que sean tres tazas.

 

 

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