La hipoteca del 4-3-3

"Quizá ha llegado el momento de pararse, mirar atrás y dejar de pensar que por el hecho de tener mejores delanteros que el Atlético se va a pasar esta eliminatoria. Entre estos dos la pegada hace tiempo que dejó de contar, pues Simeone ya se encargó de mi


cuandonohaya

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No me canso de decirlo: el martes el Real Madrid no puede salir al campo con el mismo planteamiento y mentalidad que en los seis partidos anteriores ante el Atlético de la presente temporada. El balance en ellos es desolador: 2 empates y cuatro derrotas, con 4 goles a favor y 12 en contra. De hecho la estadística empeora si nos fijamos solamente en los partidos que han jugado ambos equipos en el Vicente Calderón, porque los blancos no han marcado ni un solo tanto en sus tres visitas al Manzanares. Y huelga decirlo que gran parte de la eliminatoria pasará por anotar al menos un gol en el estadio colchonero, porque lo normal es que ellos hagan lo propio en el Santiago Bernabéu.

Una de las peores cosas que le puede pasar a un equipo es que sus futbolistas se acomoden en el once y se crean indiscutibles. Y Ancelotti es un entrenador con tendencia a facilitar estas situaciones. El italiano no tiene reparos en admitir que, si por él fuera, siempre jugaría con el mismo once inicial. Se trata de un mensaje que a los teóricos suplentes no les tiene que sentar muy bien, ya que saben que hagan lo que hagan, en condiciones normales, les tocará sentarse en el banquillo o estar en la grada. Así que, ¿cómo plantearse la competencia en un conjunto donde realmente los puestos están asignados por la calidad de los futbolistas o, por decirlo de otra manera, al 'peso'?

En este sentido uno de los jugadores a los que menos le está beneficiando esta filosofía es a Gareth Bale. El galés se sabe intocable en el once, esté bien, regular o mal. Sin duda es un extraordinario jugador, pero hay dos aspectos que no le están ayudando. El primero es el ya comentado, el saberse titular haga lo que haga. Y el segundo es el de jugar permanentemente pegado a la banda derecha, donde se le notan más sus carencias. Bale necesita espacio para irse en velocidad, a ser posible en una posición donde pueda conducir el balón con su zurda. En la selección galesa así lo entienden y no hubo más que ver su partido ante Israel para darse cuenta de que el jugador fue otro. Pero en el Madrid se le nota que no termina de estar cómodo, aunque de él 'caigan' los goles y las asistencias por una simple cuestión de calidad.

Gareth Bale e Isco Alarcón

Creo que ante el Atlético hay que redefinir el papel de Bale en el equipo. El jugador está tocado hoy por hoy, pero prácticamente nadie duda de que jugará ante los colchoneros. Así que cabe preguntarse si lo seguirá haciendo como siempre ante los de Simeone o, por el contrario, Ancelotti le encuentra otro camino para ofrecer su fútbol. Hasta ahora sus actuaciones ante este equipo - las de esta temporada - han aportado muy poco al Real Madrid. Y eso ha sido en gran parte por ese 4-3-3 que está hipotecando la temporada del actual campeón de Europa.


Soy de los que piensan que no pasa nada por saber adaptarse a los rivales y que una rectificación a tiempo no debe ser motivo de vergüenza. Que el equipo cambiara de táctica y pasara al 4-4-2 ante el Atlético no sería un signo de debilidad, sino de evolución. Esto no es cuestión de empeñarse en el intento de ganar sin traicionar el estilo o la filosofía de juego, porque lo realmente importante es eso, ganar. Y desde luego que dejar en el banquillo a Bale en estos dos partidos no significaría tampoco que el galés ya no vale para este equipo o que deba ser siempre suplente a partir de ahora.

Es cierto que el año pasado Bale se salió ante el Bayern y fue absolutamente clave en la goleada de Múnich. Pero los de Guardiola jugaban a lo opuesto que el Atlético de Madrid. Por eso veo poco sentido que el galés sea titular en una posición que no le beneficia, ante un equipo que se encierra y juega al contragolpe y que precisamente penaliza la falta de centrocampistas en el rival. Quizá ha llegado el momento de pararse, mirar atrás y dejar de pensar que por el hecho de tener mejores delanteros - y jugadores - que el Atlético se va a pasar esta eliminatoria. Entre estos dos la pegada hace tiempo que dejó de contar, pues Simeone ya se encargó de minimizar este aspecto. Porque, por si a algunos no les ha quedado claro aún, los Madrid-Atlético se están decidiendo este año por los equipos, no por los jugadores.

 

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