Gracias, Oporto

Gracias Oporto. Es lo único que se le puede decir al club portugués si se lleva a Casillas tal y como parece que va a pasar. El portero del Real Madrid por fin ha recibido la oferta que gran parte del madridismo esperaba y que otra gran parte se negaba a aceptar. Casillas probablemente ha sido el mejor portero de la historia del club blanco, pero eso fue en el pasado. En el presente, Iker es un futbolista que da problemas, que exige jugar por caché aun sin merecerlo y que en caso contrario utiliza a sus amigos periodistas para presionar al que no le pone, tal y como pasó con Mourinho.

La salida de Iker debió producirse hace como mínimo dos temporadas, antes de que él mismo arrastrara su leyenda por los terrenos de juego de España y Europa. El Real Madrid debe pagar lo que haga falta con tal de que Iker se marche al Oporto, aunque haya que pagarle esos 15 millones de euros de diferencia entre lo que ofrece el club portugués y lo que tendría que ganar durante el resto de su contrato en el club blanco. Y Casillas está en su derecho de exigirlo. Lo que no debe, después de cobrar hasta el último céntimo, es dar lecciones de madridismo. Como profesional lo puedo llegar a entender, como madridista no me cabe en la cabeza que no perdone un euro.

Respecto a su sustituto, el Real Madrid no debe volverse loco con De Gea. Aun sin Casillas, el Real Madrid sigue teniendo a Keylor Navas, el mejor portero del pasado Mundial. Que nadie lo olvide. Está claro que fichando a De Gea la competencia sería mucho mejor e iría en beneficio del equipo, pero es un jugador que está en último año de contrato y no se puede tirar la casa por la ventana. Si es por una cantidad razonable, que venga; si no es así, Kiko Casilla también puede darle una buena competencia a Keylor y a bajo precio. Lo más importante es que se termine el mal clima con Casillas y que el equipo vuelva a jugar con portero.