Llull es el FICHAJE





Llull, al que todavía le quedan aspectos del juego por pulir, me recuerda, especialmente, en el aspecto físico, a José Manuel Calderón, base de los Toronto Raptors. Sergio tiene muelles en las piernas, lo que le permite defender a cualquier tipo de base. Si a eso unimos que su trabajo con los ayudantes de Joan Plaza, sobre todo, con Randy Knowles, le está suponiendo una mejora en el tiro exterior digna de un buen escolta, Sergio ya tiene otro tanto más a su favor, la polivalencia. A Calderón le sucede algo parecido. Poder jugar de base y de escolta en un mismo equipo es un comodín que el entrenador, en este caso Joan Plaza, está sabiendo aprovechar, dado que las lesiones que han sufrido jugadores como Pepe Sánchez o Raúl López han permitido ver a Llull durante más tiempo sobre la cancha. Y el menorquín ha respondido. Ahora mismo es el segundo base y, de aquí a no tardar mucho, será el indiscutible timón del conjunto blanco. Tiempo al tiempo.

Ahora que Papadopoulos ha puesto rumbo a Italia, decisión que aplaudo porque pagar la ficha de un jugador que se pasa más tiempo en el banco que en la cancha me parecía de lo más absurdo, conviene ensalzar a jugadores como Llull, Felipe, Bullock, Raúl o Hervelle. Todos ellos han demostrado compromiso total con el Real Madrid en los buenos y en los malos momentos. Eso es lo que demanda el madridismo. Bueno, y que la pelotita entre en la cesta, por su puesto, aunque eso es otro cantar.

Desde estas lineas quería felicitar a Bullock por entrar en la historia del Real Madrid y por el gran partido que hizo ayer ante Estudiantes. Soy de los pocos que han defendido al americano en las últimas fechas ante el aluvión de críticas que le han caído porque creo que es un jugador muy válido para este Real Madrid, especialmente, porque la muñeca no tiene fecha de caducidad.