Míchel, sí pero no





Tampoco estoy de acuerdo con quien señala que el momento elegido para presentar su renuncia era para hacer más daño. Míchel lo ha hecho cuando ha considerado oportuno y, quizá, porque una gota desbordó el vaso de su paciencia. Creo que es coincidencia en el tiempo con la asamblea de ayer y el mal momento del equipo. Porque uno cuando no aguanta más, no aguanta más. Y punto.

Lo que no me convence es que Míchel haya hecho una auténtica peregrinación por los medios para ir descubriendo detalle a detalle, hasta el punto de comprometer la confidencialidad de un cargo como el que ocupaba. Detalles que esclarecen su decisión, pero que también descubren que ha perdido una ocasión única para dejar el Real Madrid como un verdadero señor.

Qué puede pensar el club que quiera ofrecerle trabajo a partir de ahora. ¿Qué se pondrá a rajar como una portera cuando se vaya? Porque, claro, en la vida hay cosas que se vuelven contra uno, como le está pasando a Calderón, que cuando era oposición se movía como pez en el agua para criticar a Ramón Mendoza, y ahora sus técnicas de ataque y crítica se han vuelto contra él.

Por eso creo que Míchel ha perdido una ocasión única de comportarse como un señor. De abandonar el cargo explicando con humildad sus diferencias con Calderón por bien del Real Madrid, pero ha preferido elegir el camino del victimismo y el ataque con detalles que esclarecen su decisión. Sólo le deseo que le vaya bien y, sobre todo, que su forma de dejar el Real Madrid no se vuelva contra él.