La llegada de Juande a cuatro días del clásico nos ha pillado a todos por sorpresa. Todos sabíamos que Schuster sería destituido tarde o temprano pues estaba sentenciado desde la eliminación de la Copa del Rey, pero que fuera precisamente esta semana con el choque del sábado a la vuelta de la esquina... ¡ver para creer! Al menos, espero que esta vez la decisión que ha tomado Mijatovic sí sea la acertada (y creo que lo es), de no ser así el montenegrino podría ser el próximo en hacer las maletas.
Juande Ramos se ha convertido en la única esperanza blanca para encauzar el camino del que hace tiempo se desvió el plantel merengue. El técnico manchego ha conseguido cinco títulos con el Sevilla pero tras su fracaso en el Tottenham, no parece que su llegada a Concha Espina haya causado buenas sensaciones en toda la afición madridista (no es mi caso).
A mi juicio, Juande está más que capacitado para conseguir el cambio de aires (y de imagen) que la plantilla de Chamartín ansía desde hace meses. Su positivismo y su actitud con los jugadores (y con los medios de comunicación), que dista mucho de la que ha mantenido Schuster durante el tiempo que ha dirigido a los blancos, es el primer paso para devolver la ilusión al cuadro merengue y a sus seguidores. Yo sí le doy mi voto de confianza. ¡Bienvenido Juande!.
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