Y... ¿el espectáculo?





La llegada del técnico manchego ha dado más estabilidad y solidez al cuadro merengue, sí, pero lo que quiere y lo que busca el aficionado cada domingo ya no existe. El plantel de Chamartín lleva una excelente racha de triunfos, pero...¿y qué hay del espectáculo?. Todos los encuentros que disputan los blancos son similares: aburren hasta al mismísimo santo Job. Sólo los destellos de Casillas y Robben consiguen arrancar algún que otro aplauso.

Lo que está claro es que la culpa no es de Juande. Suficiente tiene él con conseguir que se sumen tres puntos con la plantilla de la que dispone. Una plantilla que necesita una importante reestructuración de cara a la próxima temporada. Una reestructuración en la que, a las más que posibles salidas de Drenthe, Marcelo, Van der Vaart o Saviola entre otros (este último parece que hará las maletas antes de tiempo), podría unirse la del recien llegado Huntelaar, que si no recupera el brillo que tanto derrochó en el Ájax podría ser otro de los sacrificados.

El Real Madrid no puede vencer sin convencer. Es el mejor club del mundo y como tal tiene que ganar ofreciendo el mejor fútbol y no conformarse con sufridas victorias por la mínima. El plantel blanco tiene que espabilar de inmediato si no las quiere pasar canutas en la única tabla de salvación que le queda esta campaña: la Champions. El conjunto de Concha Espina debe demostrar en Europa por qué es el más grande. Y eso, sólo se consigue con espectáculo.